martes, 9 de abril de 2019

¿CONFESAMOS A JESÚS?

En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo es venido en carne es de Dios. 1º Juan 4:2
Juan apela al conocimiento que tiene los creyentes para testificar de Cristo. Juan insta a que reconozcamos por nuestra experiencia al espíritu Santo que viene de Dios. 

Ninguna pretensión de autoridad u origen divino debe aceptarse para ser enseñada sin que antes se pruebe. 

Las escrituras proporciona una norma fidedigna para probar toda enseñanza, pues todo mensaje divinamente inspirado tiene que estar en armonía con lo que el Señor ya ha revelado (2º Ped. 1:20-21). 

Juan estaba listo para reconocer a “todo espíritu” que cumple las debidas condiciones.Externamente esta prueba puede parecer superficial porque aun un falso profeta o un demonio puede reconocer que Jesús tomó forma humana. 

Pero Pablo ha hecho claro que “nadie puede llamar a Jesús Señor [amo de mi vida], sino por el Espíritu Santo” (1º Cor. 12:3). Muchos falsos profetas de desvirtuarán al Espíritu Santo asolapada mente. 

Usándolo como moneda de cambio. 

Sólo aquellos que están dispuesto a aceptar con sinceridad a Jesús como su salvador de su vida y aceptar su ley, pueden por el Espíritu, confesarlo como perfecto sacrificio divino-humano ya que él pago por su sangre el pecado del hombre. 

Los musulmanes ven a Jesús como un profeta humano único pero ciertamente no es para ellos divino. 

(El Corán y en muchas ocasiones lo he dicho en mis blog, que enseña que Jesús fue un mensajero de Dios pero no es un salvador. 

No es Hijo de Dios, ya que ellos no aceptaron las doctrinas católicas de su época.(La Azora IV verso 169, no reconoce a Jesús NT ni el A.T.). 

Necesitamos tener en cuenta personalmente la encarnación, y recordarnos a nosotros mismos que el Dios que hizo posible ese milagro puede hacer cualquier milagro que sea necesario para nuestra salvación. 

Nuestra aceptación de sus planes y nuestro sometimiento a su conducción es el reconocimiento de nuestra creencia de que “Jesucristo ha venido en carne”. 

Un testimonio tal no se puede dar sin la ayuda divina porque “nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo” (1º Cor. 12:3). 

El Espíritu Santo cuando está en el creyente sincero, lo confiesa no sólo de palabra, sino también con sus hechos. 

Porque el Señor es el Espíritu; y donde hay el Espíritu del Señor, allí hay libertad, (2º Cor. 3:17). 

Muchos pueblos creen en Dios, pero pocos pueblos hacen su voluntad. Muchos serán llamados, pero pocos serán escogidos. Ahora es el tiempo aceptable, para obedecer y declarar quien es Jesucristo.  
MARANATA.
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NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores de este blog. Hace tiempo que parezco de un problema de salud, que abecés me impide desarrollar este ministerio. En otras ocasiones les pedí que orase por mi, y sus oraciones fueron contestadas, pues recupere la salud. Hoy les insto a que oren por mi, para que me recupere de esta dolencia que arrastro barios meses. Se que vuestras oraciones llegaran al trono de la gracia y si es la voluntad de Dios me pondré bien. Las oraciones del justo llegan al trono de la gracia. El Señor nos dice: Orar los unos por los otros para que Vuestro Padre sea glorificado. Que Dios os bendiga y que su paz sea sobre ustedes. Sal. 62: 7

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