TESTIFICANDO.

Pero recibiréis poder,cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigo en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8

A lo largo de la historia se ha hablado de la obra del Espíritu Santo. Pero son pocos los que comprendemos la verdadera naturaleza y la obra del Espíritu Santo. En Griego significa. Gr. dúnamia, “fuerza”, “capacidad”, “poder” (Juan 1:12). 

 Muchos pensamos que podemos poseer al Espíritu Santo, nos sentimos inclinados a engreírnos e inflarnos; pero hay otro concepto -el verdadero-- nos conduce a la renuncia personal de nosotros mismos, a la negación y la humillación del yo. 

No hay nada mejor calculado para abatir la gloria del hombre en el polvo. No podemos nosotros emplear el Espíritu Santo; el Espíritu es quien nos ha de emplear a nosotros. 

Por medio del Espíritu , Dios obra en su pueblo así el querer como el hacer, por su buena voluntad´. Pero muchos no quieren ser dirigidos ni someterse a ser guiados. Esta es por la cual no reciben el don celestial. 

Unicamente a aquellos que esperan humildemente en Dios, que espera su dirección y gracia, se da el Espíritu. Esta bendición prometida, pedida con fe, 

trae consigo todas las demás bendiciones. Se da según las riquezas de la gracia de Cristo, y está lista para abastecer toda alma según su capacidad de recepción” (Obre. Evangélico, p. 302). 

El Espíritu Santo ha estado con los hombres en las épocas pasadas; pero desde el Pentecostés en adelante el propósito de Dios ha sido que esté “en vosotros”. El mundo no lo recibe porque no lo ve. 

La devoción del mundo se tributa a lo visible, a lo material. Pero el cristiano debe experimentar en su ser la morada personal e interna de Dios el Espíritu Santo. Esto si queremos ver un cambio en nosotros, sin él no podemos hacer nada (VC. p. 55). 

El científico Hawking se declaro ateo, el más ateo del mundo. El tuvo evidencia de la obra de Dios, pero la rechazo. Cometió el pecado imperdonable contra el Espíritu Santo.”El Espíritu Santo trata de morar en cada alma. 

Si se lo recibe como huésped de honor, los que lo reciben será hechos completos en Cristo. La buena obra comenzada se terminará; pensamientos divinos,afectos celestiales y acciones como la de Cristo ocuparán el lugar de los pensamientos impuros, sentimientos perversos y actos de rebeldía” (C. on H. p.561). 

“La transformación del carácter es para el mundo el testimonio de que Cristo mora en el creyente. 

Al sujetarse los pensamientos y deseos a la voluntad de Cristo, el Espíritu de Dios produce nueva vida en el hombre y el hombre interior queda renovado a la imagen de Dios” (P.R. p.175). Esta es la gran obra de nuestro benefactor. 
MARANATA

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