viernes, 4 de mayo de 2018

LA PROMESA


Y estando juntos, les mando que no se fueran de jerusalén , sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Hech. 1:4
Durante mis años en esta tierra e conocido a hombres y mujeres, que no tenían el sentido ni el honor de cumplir su palabra. Es muy raro encontrar hombres de palabra. 

En mis viajes por el Africa, la palabra del honor dada a otra persona y no cumplirla, se paga con la vida. Aunque tengo que decir que una gran mayoría de personas, la palabra no tienen sentido para ellos, pero tambien pasa en nuestra sociedad capitalista. 

Pero la otra mitad del mundo pasa lo mismo. El hombre por naturaleza es pecador y ara cualquier sosa, que beneficie a sus propios intereses. En la Biblia encontramos hombre con el buen sentido de la palabra: “Abraham, José, Daniel, y Jesús. 

Por nombrar algunos. “Sí hacemos una promesa estas obligado a cumplirla, ya que va tu honor en ello y tu prestigio. 

El la última reunión de los discípulos con Jesús, poco antes de la crucifixión, el hizo una promesa en forma completa. Encontramos no sólo en el AT. Sino en el NT. 

Promesas que se han cumplido en los cristianos a lo largo de los siglos. Pero en Juan 14-16 podemos leer más de 30 promesas juntas. 

Concediéndonos el derramamiento del Espíritu Santo. Es la promesa del Padre (Luc.24:49). 

Pablo lo llama el sellamiento de la promesa (Efe. 1:13). Jesús prometio la promesa en todos los tiempos a sus hijos fieles, y que acepten a Jesús como su salvador (Hech.2:38-39). Esta promesa se concede solamente por fe (Gal.3:14). 

Los reyes como Teodorico, Pepino el Breve, Carlos V, y Carlos II, sus promesas fueron vacías y están en la tierra húmeda del sepulcro. En este mundo nada es cierto, acentuando la muerte. 

Nadie puede confiar en la constitución de los países, ellas cambian constantemente. Pero no ocurre así con Dios. Todas sus promesas se han cumplido a través de los tiempos. Pues hay certeza de ellos en su palabra. 

Por ejemplo: La promesa del Mesías, el Padre la cumplió. La promesa del Espíritu Santo, sobre aquellos que le acepten en el nombre de Jesús. 

La promesa de que antes de su segunda venida la ciencia se aumentara (Daniel 12:4). 

Y la Penúltima es la luz del Evangelio iluminara al mundo, bien sea por libros, por Internet, por Videos, o de boca en boca. 

Pero la más grandiosa de todas y la que más esperamos es la Venida de Jesús en las nubes. A través de los siglos miles de cristianos que fueron masacrados por su fe, resucitarán en el día postrero. 

El poder del Espíritu Santo se esta retirando de la tierra, la promesa de su venida está más cerca de lo que creemos. Dios no nos fallara, la promesa es segura.
MARANATA.
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