LA PERSONALIDAD HUMANA.

Vino otro, diciendo: Señor, aquí esta mi mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo; porque tuve miedo de ti, por cuanto eres hombre severo Luc. 19:20-21.
El hombre que es tímido posee un desorden emocional. La persona pasiva, introvertida , temerosa es raro que se afirme en la vida, ya que no encuentra el valor para enfrentar el problema. 

Esto existe en una gran sociedad de consumo como la que vivimos. El hombre que guardo su talento demostró un gran problema que hoy existe. Había cuidado muy bien la mina que le había sido confiada. 

La causa principal era el miedo y su actitud equivocada hacia su señor, que evidentemente había esperado de su siervo un buen trabajo. El señor no quería nada menos, sino la lealtad de su siervo. 

No había duda de que el siervo era perezoso. La prueba a la cual había sido sometida era de tal naturaleza, que si la hubiera aprovechado le había ayudado a vencer su defecto. 

El siervo se dijo para si, tomaras cualquier cosa que yo haya ganado y no me recompensaras. 

Cuantos hay que piensa así hoy día en su iglesia. Vemos que la recompensa que el señor dio a los dos primeros, demuestra que la dificultad esta en el siervo y no en su Señor. Los riesgos emocionales implicados en cometer un error llegan a ser tan grandes que el cristiano se retira a la seguridad de no hacer nada. 

Debió ser muy doloroso para Jesús ver que sus amigos terrenales tuvieran una visión distorsionada de su Padre. Esto sucede con aquellos que abandona la iglesia, porque se creen que son mucho mejores que los de mas. 

Los Judíos tenían este concepto y por eso no creyeron en las promesas del Padre. La ceguera espiritual es una enfermedad letal, que lleva a la destrucción del hombre. ¿Por qué ocurrió esto? Porque el hombre ve a Jesús y al Padre como tiranos que castigaba con juicio severo. 

El siervo había abusado de la confianza de su señor y descuido las oportunidades que se le dieron para triunfar. 

La luz que Cristo es un faro que ilumina y llena de esperanza, para todos aquellos que quieren serle fiel. 

El Padre nos brinda su amistad, y esta dispuesto a ayudarnos en cualquier momento de la vida.
 El problema está en nosotros, Dios nos dio la libertad de escoger. La parábola nos enseña que el siervo es condenado, por tener una visión distorsionada del amor del Padre. 

 “¿Sabías tú. . .? Que el fracaso del siervo no se debió a su ignorancia, sino a la pereza. Sabía lo que tenía que hacer pero no lo hizo. 
Es una lección para el pueblo de Dios que espera la segunda venida. Debemos trabajar para el Señor en su viña. “Ves y has tu lo mismo.”
MARANATA
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