PARA EL ULTIMO TIEMPO.

Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Hechos 2:39.

No importa el lugar donde este la persona que quiere ser investida del poder del Espíritu Santo. 

El Espíritu está a disposición de todos aquellos a quienes Dios llama para su servicio en cualquier época de la historia. 

Cuando la familia se reúne en el culto familiar, el Espíritu Santo hace acto de presencia. Cuando se le busca para un reavivamiento el pone palabras en nuestros labios para rogar al Padre por un mayor derramamiento de su poder. 

Cuando se busca un reavivamiento y una reforma interna, es imprescindible el sellamiento y el zarandeo, y recibiremos el impulso de la lluvia tardía. Rosa había pasado muchos años en la iglesia, pero la apatía de su iglesia la hizo vagar por este mundo y se convirtió en una agnóstica. 

¿Cual fue la causa de tal suceso? Muchas veces los miembros tenemos la culpa de lo que pasa en nuestra iglesia local. Hablamos sin sentido y criticamos sin sentido. 

Pero las reuniones de reavivamiento sirven para que el Espíritu Santo traiga a esas persona a la iglesia. Rosa dio un sentido a su vida cuando harta y sinsabores de la vida, se decidió asistir a una reunión de oración. 

El Espíritu Santo obro en ella, y la hizo ver el camino correcto, se rindió a Dios y tuvo la plena certeza de la verdadera salvación y el poder del Espíritu Santo en su vida. “Nadie diga: No puedo remediar mis defectos de carácter. 

Si llegáis a esta conclusión, dejaréis ciertamente de obtener la vida eterna. La imposibilidad reside en vuestra propia voluntad. Si no queréis, no podéis vencer. La verdadera dificultad proviene de la corrupción de un corazón no santificado y de la falta de voluntad para someterse al gobierno de Dios”. (MPJ 97)

 Rosa venció por la gracia del espíritu Santo. Muchos están perdidos en la iglesia y no lo saben, puedo ser “yo” o “tú” La gran obra del Espíritu Santo es de convencernos de nuestra situación. 

El mensaje para la iglesia (para cada uno de nosotros) no es sólo un mensaje de arrepentimiento 

 y de justificación por la fe; es la invitación divina a poseer el verdadero carácter de Cristo, su justicia y su santidad. Tiene que ver con una verdadera reforma de los pies hasta la cabeza. 

El Espíritu Santo llega ha esas personas que se han alejado de Dios, y la llama con un amor tierno. 

Y ahora así dice Jehová Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. (Isa. 43:1). El Espíritu Santo hace grandes milagros en la vida de los que le buscan.
MARANATA

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