EL ESPÍRITU SANTO LLAMA A SU PUEBLO.

Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Príncipes del pueblo, y anciano de Israel. Hechos 4:8

Hay personas dentro de la iglesia de Israel que dicen: “El Espíritu Santo no puede usarme en una manera especial”. Estas personas están lejos de la realidad del poder del Espíritu Santo. 

Hay personas que se marchan de la iglesia, y lleva una vida desordenada, pasan años sin ir a la iglesia. Pero el Espíritu de Dios trabaja sin cesar en el corazón de esta persona. 

Y me viene a mi mente, amigos que han dejado la iglesia, y que todavía algunos de ellos siguen fuera. Pero yo no pierdo la esperanza de que algún día los vea en el redil del Señor. Tenemos muchos ejemplos en la Biblia de personas que se alejaron y después volvieron al Señor. 

Pedro había negado a su señor, tres veces, pero el Espíritu Santo no lo dejo ni lo abandono. Le convenció de su pecado y Pedro se arrepintió. Poco después de Pentecostés el Señor decidió llenar a Pedro nuevamente. 

Fue necesario ahora, en la crisis en el templo que siguió a la curación del cojo, cuando el Espíritu Santo toma posesión completa de la mente de Pedro. ¿Por qué? En pedro, en el más profundo interior del corazón de Pedro, hubo un sincero arrepentimiento. 

Es por eso que obro el Espíritu Santo en el. Testifico a los dirigentes de Israel, donde antes lo había negado Pedro testifico que fue hecho en el nombre de Jesus de Nazaret. Era la misión divina del Salvador.Aquí demostró la validez de su posterior amonestación:

“Debemos estar siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1º Ped. 3:15). En muchas ocasiones los hijos de Dios , necesitamos una cantidad adicional del Espíritu Santo. 

El saber hablar es un don de Dios, cuando exponemos su palabra. Hay personas que son precipitadas en hablar y dicen de golpe todo las profecías, y asustan a la persona. Cuando se administra la palabra es necesario pedir el poder del Espíritu Santo, y él conducirá a buen termino la predicación. 

Recuerdo una reunión entre barios cristianos de cierta denominación, Santiago de la Era y un servidor, estuvimos durante cuatro oras hablando de las profecía de Daniel y Apocalipsis, mientras el hablaba yo oraba. 

Sólo Dios dirá el resultado de esa entrevista, pero yo doy fe, de que el Espíritu Santo estaba en esa reunión. 

¡Cuanto necesitamos del Espíritu Santo! Para que hagamos como hizo Pedro, predicar con humildad y da razón de quien somos. 

Como dije al principio de estas Matutinas, mi propósito es hablar del poder del Espíritu Santo si es la voluntad de Dios durante dos años. Porque creo sinceramente que tenemos necesidad de orar por el derramamiento del Espíritu Santo.

MARANATA.

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