“abundante gracia”,
representa al poder del Espíritu Santo, es el poder sin medida. En
el tiempo de la esclavitud, donde los barcos ingleses traficaban con
seres humanos. Un desertor fue flagelado brutal mente y desterrado.
Este hombre fue capitán en un velero que llevaba esclavos a las
colonias para trabajar sus tierras. Todos sabemos como los ingleses
torturaban y flagelaban a los hombre sin misericordia.
Este hombre
nos diría que “la abundante gracia” es la gracia sublime que le
salvo de la esclavitud del pecado en la que estaba perdido.
John Newton tenía 23 años, el Espíritu Santo lo llamo a dar su vida plenamente al Señor Jesús, su cambio fue tan dramático que los cristianos hoy día se admiran, y que muchos son impactados por su testimonio.
John Newton tenía 23 años, el Espíritu Santo lo llamo a dar su vida plenamente al Señor Jesús, su cambio fue tan dramático que los cristianos hoy día se admiran, y que muchos son impactados por su testimonio.
La “abundante gracia” llego afectar toda su vida, y
tal fue su entrega al Señor, que nos da ejemplo a todos nosotros,
los que nos llamamos cristianos.
La gran mayoría de los cristianos lo conocemos por su Himno “Sublime gracia del Señor, me levantó del mal.
La gran mayoría de los cristianos lo conocemos por su Himno “Sublime gracia del Señor, me levantó del mal.
Fui ciego, mas hoy puedo ver; perdido, y él me hallo”.
Muchísimos cristianos en tiempos de pruebas y aflicciones de la vida
cantaron este hermoso Himno. Los nuevos colonos de los Estados
Unidos decían, hayamos fuerza y poder en este Himno.
Miles se
convirtieron cuando oyeron predicar a este hombre en Inglaterra. El
Espíritu Santo le inspiro para que escribiese 300 Himnos, y hoy son
cantados en muchas iglesias.
Hoy oímos himnos en nuestras iglesias
que no llenan nuestras almas, dejamos los Himnos hermosos y cantamos
otros “que son” dicen muy hermosos.
El poder del Espíritu
Santo lo levanto de una muerte espiritual y lo resucito para servir a
su Señor. John Wesley, un amigo de Newton, en unos de sus sermones
el expreso lo siguiente:
“La expresión 'por la gracia de Dios´
debe entenderse como un amor gratuito, es la misericordia de Dios que
nosotros no merecemos, por la cual yo, un pecador ahora soy
reconciliado con Dios por los méritos de Cristo.
El hombre que ha
sido transformado por la gracia de Cristo, no se debe de estancar en
su sillón, sino que con la fuerza recibida, debe ser una luz al
mundo que le rodea.
Los apóstoles fueron impulsados con la fuerza
que se les concedió para ser luz en el siglo que ellos vivieron,
Pablo y Juan que fueron los últimos dieron la luz en su tiempo.
Ahora nos toca a nosotros hacer lo mismo.
El Espíritu Santo,
'produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad´. Esa
gracia sublime es el poder que necesitas tú, y yo para terminar la
gran obra que Dios nos ha encomendado.
MARANATA.
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