lunes, 6 de noviembre de 2017

LA INSTRUCCIÓN DIVINA


Entonces entró el Espíritu en mí y me afirmó sobre mis pies, y me habló, y me dijo: Entra, y enciérrate dentro de tu casa. Ezq. 3:24.
Ocasionalmente las instrucciones del Espíritu Santo pueden parecer más insólitas. 
Dos personas de un grupo de oración, Tom y Carolyn sintieron la impresión de que el Espíritu Santo les estaba dando algunas instrucciones especiales contra mí, 
Corolyn se sorprendió cuando sintió que el Señor la estaba guiando para que fuese y limpiara sus ropas que estaban en un armario. 

Cuando completó su tarea, Carolyn oró, ¿”Señor, ¿qué tiene que ver esta tarea con el mensaje que tú quieres que Tom y yo demos a Garrie?” 

Pronto el Espíritu le ayudó a comprender que en ese momento yo necesitaba ser “vestido” espiritualmente con una relación mucho más profunda y más íntima con Dios, y que algunos de los temores que me cubrían necesitaban se revisados y desechados. 

Al día siguiente Tom y Carolyn me llamaron me pidieron una entrevista para hablar conmigo. 
Conversamos y oramos juntos rápidamente discerní la exactitud del mensaje que ellos compartieron conmigo. Con lagrimas reconocimos la bondad de Dios y el gozo de su perdón. 

Yo no soy alguien que profesa oír la voz de Dios hablándome, aparte de la que procede de su palabra, Excepto en muy raras ocasiones, pero dentro de mi casa, cuando nos reunimos el grupo de oración me he sentido profundamente impresionado cuando el Señor me ha dado un mensaje especial a través palabra. 

Ocasionalmente hemos tenido amigos de países distante uniéndonos a través de la oración, y el Señor los ha usado para exhortar y alentar, aun en situaciones muy especiales algunos no tenían conocimiento de su palabra. 

No olvidemos que el Espíritu Santo es él que guía a los hombre, y no depende de su estatus social. Recuerdo a mi amigo Santiago de la Era, que cierto día de otoño, me dijo: José tenemos que ir a esta casa a dar el evangelio. 

Y le dije ¿por qué? Él Espíritu Santo me esta diciendo que vallamos. Por aquella época era un niño en la fe, no sabía mucho de la Biblia, pero a su lado el Espíritu Santo me guiaba y me preparaba. 

Hoy estoy haciendo estos blogs gracia a la ayuda del Espíritu Santo que obra en mi. Igualmente mi compañera Andrea que esta haciendo lo mismo.

Cuando somos guiados por el Espíritu de Dios, podemos hacer una gran obra para gloria de Dios y de nuestro Señor Jesucristo. Debemos de dar la bienvenida al 

Espíritu Santo, y decirle: ¿eme aquí ? Estoy dispuesto a seguir tus instrucciones. Señor, ayúdame, a ser humilde de corazón, para ser usado en cada momento de la vida que tu me des. 
Usame como instrumento, como una vasija, que lleve agua fresca para dar de beber a los sedientos de tu palabra.
Maranata:
http://degunda venida apocaliptica.blogspot.com
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