viernes, 2 de febrero de 2018

ESPÍRITU DE CURACIÓN


El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. Luc. 4:18-19. Isa. 61:1-3.
Tanto en el libro de Isaias como en Lucas, es el libro más notable del AT para todo cristiano, es la profecía mesiánica, aplicada a Jesús. Aquí habla Cristo como Siervo de Dios (Isa 41:8). 

El tema del cap. 61 está estrechamente vinculado con el cap. 60 (cf.61:3 y 60:9, 15, 18, 20-21),y con Lucas. Si lo analizamos cuidadosamente, descubrirá que abarca la santidad espiritual, la santidad emocional, la dirección del Espíritu Santo. 

Cuando una persona es ungida, dicha persona es apartada para un ministerio especifico, sea poco oh sea mucho, y me remito a Esteban el Diacono. 

Cada persona necesita ser regenerada, cautivada por el Espíritu Santo, y ungidos por el poder de lo alto. El poder curativo de Jesús domina todas las áreas de la sanidad. 

Algunos tipos de sanidad ocurre cuando el Espíritu Santo guía a almas que sufre por causas diversas a la Palabra de verdad. Otras son sanadas cuando se entregan por completo a Dios en humilde oración. 

Otra posibilidad es cuando el Espíritu Santo obra a través de cristianos que a su vez son sanados. 

El mensaje de Cristo era para los pobres y abatidos de Espíritu. Y hoy por desgracia nos encontramos en la misma situación en la que estaba Jesús. 

 Mujeres abandonadas por sus maridos, que pasan por tremendas depresiones, niños abandonados, un mundo abatido por el dolor del sufrimiento. 

Y hay una pregunta en el aire: “¡hasta cuando” “cuando acabara tanto sufrimiento!” ¿Cuando vendara Jesús en las nubes? Jesús vino para aliviar el sufrimiento de los que están triste y fatigados (Mat. 5:3). 

Cristo vino a publicar la libertad de los cautivos y liberar de las cadenas del pecado (Jun.8:36). Para abrir los ojos y los oídos a los sordos, para que comprendan la Palabra de Dios. Cristo vino para darnos el año de buena voluntad de Jehová. 

 Cristo vino para darnos la gracia salvadora de Dios, manifestada en la vida y en el ministerio de nuestro Salvador (Luc.4:19). 

El día de venganza. Es la oportunidad para aquellos que aceptan la salvación gratuita, por los méritos de Cristo. 

Es el día de la “venganza” para quienes lo rechazan. Los judíos lo rechazaron como enviados de Dios. 

Hoy en pleno siglo XXI es rechazado por aquellos ateos y no ateos, púes ¡hay! de aquellos que no hacen la voluntad de Dios. 

La destrucción de Jerusalén es un ejemplo de lo que ocurrirá en este mundo de pecado y de violencia. “Orar y velar” He aquí, yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apoc. 3:20

[Gracias por buestras oraciones, estoy bastante bien de los picores, aunque es proceso es lento, aun que espero con la ayuda de Dios se me corija. No se vuestras creencias, pero se que Dios os escucha. Ruego a Dios que os de su bendición. Gracias por todo].
Maranata.
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http://segunda venida apocalipticaGracias

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