DESDE LA MATRIZ.

Porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y sera lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre. Lucas 1:15 

El cielo no estima la riqueza, la posesión, la alcurnia, ni las dotes intelectuales, las cuales no constituyen la grandeza. Dios da importancia al valor moral y aprecia las virtudes del amor y pureza. 

Juan era grande “delante del Señor” (cf Mat11:11) en contraste de la arrogancia de Herodes. ¿Como sería tener un niño lleno del Espíritu Santo? ¿Como lo educaríamos? 

La madre fue educada en el temor de Jehová, y educo a su hijo con ese temor por hacer las cosas correctas delante de Dios. 

Muchas personas creyentes tienen un concepto del Espíritu Santo erróneo y que debería corregir. 

Hay algunos cristianos que piensa y dicen: “El Espíritu santo descendió sólo sobre nosotros porque somos perfecto de Jehová” Yo pregunto: 

“Si la gente que dice estas cosas esta llena del Espíritu Santo, no caería en pecado, o no cometería pecado” . 

Ya que son perfectos. Si usted se ha sentido tentado a pensar de esa manera, debe examinar y con oración y humildad, su condición. 

En mi experiencia Cristiana, conocí a un compañero que se creía que era ungido por Jehová. Lo curioso es que esta persona no hablaba con ningún compañero, por que el era superior a los demás. 

Examinemos la historia de Moisés, Elías, David. Observemos las discusiones acaloradas de Pablo y Pedro, Pablo y Bernabé, o los conflictos entre John Wesley y George Whiefield, que fueron grande predicadores llenos del Espíritu Santo, o las diferencias entre los pioneros Jaime y E. White. 

Aun el mismo Juan el Bautista tenia dudas en cuanto a Jesús y envió a algunos de sus discípulos para hablar con Jesús y así disipar sus temores. (Luc. 7:19). 

No critiquemos las faltas de aquellos que son guiados por el Espíritu Santo, porque Dios usa instrumentos humildes, imperfectos en una forma muy poderosa si ellos se rinde a él. 

Sin duda Elisabet vio mucho del aspecto humano del pequeñoJuan, pero se regocijaba en todo momento con la divina promesa de Gabriel de que su hijo sería llenado del Espíritu de Dios estaría con el. 

Los padres y madre siempre han querido que sus hijos fuesen para Dios, han luchado con la naturaleza humana de sus hijos, estos pequeños que han sido consagrados a Dios. 

Una cosa sabemos, que todos somos llamados a ser hijos de Dios, somos diademas de su corona. 
Y muy pronto estaremos con nuestros hijos en el lugar más hermoso del universo. Dios quiere que seamos llenos del Espíritu Santo. Amen.

[Gracias por buestras oraciones, estoy bastante bien de los picores, aunque es proceso es lento, aun que espero con la ayuda de Dios se me corija. No se vuestras creencias, pero se que Dios os escucha. Ruego a Dios que os de su bendición. Gracias por todo].
Maranata.
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