ESTAR EN SILENCIO.

Temblad, y no pequéis, conversad en vuestro corazón sobre vuestra cama, y desistir. (O guardar silencio).Salmos 4:4

El salmista se dirige a los enemigos de Dios, aquellos que van contra los principios del gobierno de Dios. Ya que sus resultados de sus acciones rebelde, y les aconseja que desista de ella. 

El salmista va un poco más aya, y insta a que medite en su corazón cuando estén en su lecho. 

“El hombre debe de “dejarse guiar por su buen juicio, por su mejor naturaleza, por los mejores sentimientos; por el sentido innato de la justicia, y por vuestras emociones generosas; y no dejarse llevar por vuestro intelecto, por vuestra voluntad o por vuestras pasiones”. 

Recuerdo cuando escalaba, y subía a un pico, y me quedaba en silencio contemplando la naturaleza y el amor de Dios para con los hombres. 

En esos momentos el mundo se paraba ante mí. 

“Sólo las aguas tranquilas se aclaran. Sólo en la noches apacibles cae el roció. 

Cuando cierras los ojos a todo lo que te rodea, y abres tu interior para un autoexamen” y comprende la realidad de la vida. 

En la quietud de la noche, o el despertar de un amanecer, cuando estas solo o sola y únicamente el ojo de Dios te contempla. 

El te invita a abrir tu corazón, te invita a tener una experiencia religiosa con Dios: oye el llamado de Dios, pero muchos estamos demasiado ocupados. 

No tenemos tiempo para Dios, y hay radica el problema. Estamos demasiado ocupados para leer la Biblia, para orar, o ir a la iglesia, o dar un buen testimonio. 

Dios nos invita a meditar, porque nuestra vida es una alocada sucesión de trabajo, de diversiones, o por enfermedad. Dios nos invita a pararnos en el camino y a pensar en las cosas de Dios.

La invitación que nos hace el Señor, es pensar en las cosas eternas que nos lleva a la salvación. Esta es la receta para curar la intranquilidad mental y salvar al hombre. 

El hombre debe de planear su vida, y tener una mirada en las cosas celestiales, más que en las terrenales. Todo lo que hay en el mundo es pasajero. 

Hay un problema que el hombre debe de decidir por si sólo. Hay una falta de planteamiento en la vida, una falta de prioridades en la vida del cristiano. 

La mayoría de los cristianos no encontramos tiempo para meditar y orar y leer la biblia, a menos que apartemos una porción de nuestro tiempo. 

Si lo hacemos obtendremos fuerza de lo alto para hacer frente al día de la prueba. Tanto usted como yo, necesitamos apartar un poco de tiempo para la meditación y la oración. 

No seamos cómo los enemigos de Dios, que no se detiene a pensar. Seamos hombres y mujeres de Cristo de oración y meditación. 

MARANATA.

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