jueves, 30 de julio de 2020

DEBEMOS PREDICAR DE NUEVO.

Mas yo de nada de esto me aproveché; ni tampoco he escrito esto para que así se haga conmigo; antes que nadie haga vana esta mi gloria. Pues bien que anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad. ¡Ay de mí, si no anunciare el evangelio! 1º Cor. 9:15-16.
El apóstol Pablo era sincero para con Dios y con su pueblo, sabía que Dios le sustentaba tanto en el vestir y en la comida. No quería ser una carga para los hermanos. 

Pablo no se ha aprovechado de los hermanos de la iglesia. El apóstol se está asegurando de que la defensa de sus derechos no era mal interpretada. 

Pablo busca la gloria personal de Dios, y no la suya. Muchos hombres de la iglesia an buscado su gloria personal, son buenos teólogos, buenos pastores, pero sin querer o queriendo han buscado su propia gloria. 

Es lo que 58 años de cristiano, me han dado de mucho. El hombre puede hacer todo lo lo que cree que es la voluntad de Dios, pero si no la hace con buena voluntad no conocerá que es la gloria de Dios. 

Dios no obliga a nadie, todo debe de ser hechos de amor para buscar las almas. ayer unos científicos en Barcelona han encontrado el Virus -19 en las tuberías de las alcantarillas. 

Los científicos conoce su deber y su responsabilidad hacía sus compatriotas. Los discípulos de Jesús conocen este hecho y nuestro deber con la sociedad. Les pregunto: 

¿Tienen alguna historia con su experiencia cristiana? ¡Cuéntela! Tu experiencia en como Dios te ha llamado, puede salvar a un alma. 

Si a Pablo le impusieron predicar el evangelio, como otros hacen, lo hacen para gloria de Dios. 

Toda predicación tiene un mensaje para un alma, aunque esa predicación no me guste a mí oh a ti. 

Pablo fuera a donde fuera contaba la historia de como Dios lo visito, como estuvo en el desierto para ser enseñado por Dios; cómo lo fueron los profetas. 

Usted y un servidor, podemos ser enseñados a través de la palabra, bien el la naturaleza, en tu cuarto, o incluso con amigos. 

Fuese como fuese, el deber del cristiano es predicar la venida de Jesús (Fil.1:21). ¡Ay de mí si no anunciare el evangelio! “Creo que no somos conscientes en el tiempo en que vivimos”. Pablo era consciente en el tiempo en que vivía. 

Un Nerón que estaba a las puertas para matarlo. Pedro era consciente en que momento vivía. ¿Pero el pueblo de Dios es consciente en el tiempo en que vive? 

En su gran mayoría creo que no, ¡ojalá me equivoque! 

Pero hay tanto que hacer, que hay almas, que perecen, por no recibir la palabra de Dios. 

¿Cual es nuestra gran necesidad hoy? Conozco a un amigo que decía: 

¡Hay tiempo para ir al campo misionero, se marcho de la iglesia, y después de muchos años volvió. Retorno en el mismo camino que lo dejo, y hoy predica la palabra con su esposa. 

Los caminos de Dios son muy extraños, pero benditos caminos que nos llevan a la salvación.
MARANATA.
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