jueves, 4 de junio de 2015

EL DESCUIDO ES PDLIGROSO


¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? Las cuales, habiendo sido anunciadas primeramente por el Señor, nos fue confirmadas por los que oyeron. Heb. 2:3.

Es una pregunta retorica demanda una sola respuesta: “No escaparemos”. El pronombre “nosotros” da en el texto giego más énfasis a la pregunta. “Nosotros” contrasta con lo que en los días del A.T. 

Transgredían el código mosaico (ver.2) Ellos descuidaban “la palabra dicha por los ángeles”, nosotros el supuesto pueblo de Dios militante podría descuidarla palabra dicha por Cristo.
Descuidamos Gr. meléo, “descuidar”, “despreocuparse”, “ser negligente”. 

Dios dejo establecido un sistema de estudio de la palabra, pero muchos ni la miran, otros ni la estudian; sabiendo que hay gran salvación en el estudio de su palabra. 

El peligro de la indiferencia ante Dios el descuido de Su don se mide por grandeza de su salvación. Dios ha llevado al máximo su poder.

Los recursos del amor infinito han quedado exhaustos ideando y ejecutando el plan de la redención del hombre. 

Dios ha revelado su carácter en la bondad, misericordia, compasión y el amor manifestados para salvar a una raza rebelde y culpable.

¿Que podía hacerse que no haya sido hecho en las provisiones del plan de la salvación? Si el pecado permanece indiferente a la manifestación de la bondad de Dios. Si descuidamos una salvación tan grande, rechazamos las insinuaciones de la misericordia de Dios.

Apaga la luz y márchate, para que fingir lo que no eres. Eso es hipocresía total. ¿Que puede hacer Cristo por tu alma y por la mía? Lo ha dado todo. ¡Qué importancia, qué magnitud da al tema de la redención el hecho de que Aquel que ha emprendido la salvación del hombre sea el resplandor de la gloria del Padre, la imagen misma de su persona!

Es esta imagen la que Dios quiere implantar en su pueblo, su pueblo fiel. Por lo tanto, ¿cómo puede considerar el cielo a los que descuidan una salvación tan grande, efectuada para ti a un costo tan infinito? 

El descuidar a aferrarse a las ricas
bendiciones celestiales es rehusar, y anular a Aquel que era igual con el Padre, el único que podía salvarte de tu caída. Nunca un pueblo a poseído un plan de estudio como el pueblo Adventista, el estudio metódico y la oración continua es el plan de Dios para transformar a su pueblo. 

Contemplando la plenitud de la provisión que Dios ha hecho por la cual puede salvarse cada hijo e hija de Adan, somos inducidos a examinar Juan: “Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” (1º Jun.3:1). El plan de la redención responde a cada emergencia y a cada necesidad del alma. (R.H. 1912)
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
http:// segunda venida apocalíptica
La Biblia a través del tiempo.

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