lunes, 22 de junio de 2015

LOS SEIS DONES QUE DEBERÍAMOS TENER


Y reposara sobre él el Espíritu de Jehová, espíritu de sabiduría de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu conocimiento y de temor de Jehová. Isa. 11:2.

Las palabras proféticas de Isaias al cerca del Salvador bosqueja con claridad la naturaleza y la misión del Mesías. Esta se cumplido literalmente en su vida y en su ministerio de Cristo fue un ejemplo de todo lo que puede hacerse cuando uno cede al Espíritu de Dios. 

 Consideremos lo que es el Espíritu de Dios hizo por Jesús.
El Espíritu le dio sabiduría e inteligencia. Le dio consejo y poder, y lo llenó de conocimiento y temor de Jehová. 

 ¡Cuán maravilloso es saber que esos mismos dones que guiaron a Jesús durante su vida terrena pueden ser nuestros hoy! El primer paso para obtener esos dones es rendir nuestra vida y nuestro yo a él, aceptarlo como nuestro Salvador.

Inmediatamente tenemos acceso a la sabiduría celestial de lo alto. El que esta lleno de esa sabiduría no cometerá errores, como Cristo no se equivocó. Podremos no ser comprendidos, así como él no fue comprendido, pero haremos sólo lo que está en armonía con los planes de Dios. Con el don de la sabiduría viene el de la inteligencia.

En primer lugar, entendemos los planes de Dios para este mundo lleno de maldad. Nuestra misión se vuelve más clara al estudiar la palabra de Dios cada día. Y cuando comprendemos su palabra plenamente, sera entonces que comprenderemos los problemas que afronta aquellos que todavía no han aceptado a Cristo, y entonces si Cristo vive en nuestro corazón, podremos entenderlos y llevarlos a Cristo.

Pero mientras que seamos rencillosos, orgullosos, y hacer nuestros planes y no los de Dios, no aremos nada.

El Espíritu también nos proporciona el mejor consejo: el que nos llega mediante su palabra y mediante la oración. ¿Qué mejor consejo hay que el que nos da Jesús: “Venid a mí y descansar”? 

El Espíritu nos da conocimiento. Quizá nos comprendamos las leyes de la ciencia, ni de la medicina, ni de la física cuántica, estas ciencias nunca nos podre ayudar para nuestra salvación. 

El conocimiento de los planes de Dios y su aceptación nos asegurará un lugar en el reino de los cielos. 

 El mismo Espíritu nos fortalecerá por el poder de Dios para resistir al pecado en toda sus formas. Lo único que traeremos a Dios es el oprobio por nuestra mala conducta. Estos dones del Espíritu pueden ser tuyos y míos hoy. Estos dones lo necesitamos con urgencia. Y apropiémonos de ellos.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
http:// segunda venida apocalíptica
La Biblia a través del tiempo.

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