miércoles, 12 de septiembre de 2018

RESUCITADO DE LOS MUERTOS.

Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. Romanos 8:11
Pablo presenta la resurrección de Cristo como una garantía de la resurrección de los creyentes en la segunda venida de Cristo. En mis 51 años como creyente en la iglesia, he tenido que presenciar muchos entierros, pero hubo uno en particular me causo tristeza. 

En el cementerio nos juntamos dos entierros el primero era nuestra hermana (apodada Dorcas) ya que ayudaba a muchos hermanos arreglar sus vestidos, ya que estos no tenían para pagarla. Ayudaba a las mujeres de la vida, y era conocida como una mujer temerosa de Dios. 

El otro entierro, vi a una madre desconsolada por la perdida de su hijo. El contrastaste entre los dos era obvio, Unos a lavaban a Dios y cantaban una esperanza. El otro entierro era tristeza y sin esperanza de la resurrección. 
Pablo quiere resalta la esperanza que tiene el creyente en la resurrección. El Espíritu Santo es el poder mediante el cual son resucitados los muertos en Cristo Jesús. Muchos cristianos no tienen esperanza, y creen que van al cielo directamente. 

¡Que equivocados que están! No leen la Sagradas Escrituras, y por eso no entiendan que cuando uno muere hay se acabo todo. El Espíritu Santo puede “aplastar” el brazo de la muerte. 

Ya que el pecado reina en la humanidad, pero el Espíritu Santo le asentó a la muerte un golpe fatal cuando levanto a Jesús de entre los muertos. (Efe. 1:19-20; 1º Pedro 3:18). 

En la historia de la raza humana ningún logro no ha sido capaz de conquistar la tumba. Nadie ha recibido un premio Nobel por resucitar a un muerto. En cambio Jesús mostró la superioridad sobre el pecado y del que tenia el poder de la muerte. 

En su resurrección Cristo reclamo el derecho de resucitar a sus hermanos. Ya que los muertos nada saben (Ecl. 12:7; Salm. 146:4; Sal.115:17; y los muertos nada saben Ecl. 9:5). 

El cuerpo del hombre “está muerto a causa de su pecado”. Según las ideas de la iglesia dominante, cuando uno muere van al cielo ¡también ira Nerón, o Hitler, Starlín! 

Cuando un cristiano nace de nuevo, a sido arrebatado de la mano de Satanás. 

Tiene la vida por el Espíritu Santo y vivira hasta el día de la resurrección cuando esto mortal se vestirá de inmortalidad (1º Cor. 15:53). 

Cristo dice: aunque este muertos por causa del pecado, en aquel día resucitara a mi voz. 

Esta es la gran esperanza del ser humano, la resurrección para poseer la vida eterna. Esta es nuestra esperanza, los que guardamos sus mandamientos y tenemos la fe de Jesús.
MARANATA.
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