Cristo prometio el Espíritu
Santo este sería enviado en su nombre (Jun.14:26). Y Pablo lo llama
el “Espíritu de Cristo”. A saber que a través del Espíritu
Santo, Jesús que está entronizado en el cielo es considerado como
estando con su pueblo.
Con su Espíritu el “hombre interior”,
mora en el corazón del hombre como el principio de la vida ( Jun
6:56; 15:4 etc.). Comprendemos que el enemigo de las almas no quiere
que los creyentes sepan qué significa estar lleno del Espíritu
Santo.
Las potencias de las tinieblas comprenden que están
derrotados en cuanto un cristiano se pone de rodillas clamando a Dios
por la ayuda divina. Y sabe que esa alma tienen a Jesús viviendo en
su interior.
Aunque el cuerpo de esa persona “esta muerto a causa
de sus pecados” y esta destinado a volver al polvo. Dentro del
cristiano hay un principio de vida cuando nace de nuevo, y aunque
este muerto por el pecado, Cristo lo vuelve a la vida por sus méritos
y este principio no puede ser destruido.
Cada noche el hombre y la
mujer se ponen en contacto con su hacedor, reexamina su situación
pide perdón, con el propósito de enmendar su camino. El Espíritu Santo le da la fuerza que necesita el hombre para seguir luchando. Y cada día es una victoria ganada en Cristo.
Él es la vida. El que
tiene el Espíritu tiene la vida,porque “él que tiene al Hijo,
tiene la vida” (1º Jun.5:12). Pablo nos está indicando que el
Espíritu que mora en nosotros es vida “a causa de la justicia”.
Esta noi es nuestra justicia, ni la justicia de la ley, sino la
justicia de Cristo, quien en la conversión de usted y mía somos
considerados justo aunque sea el peor pecador del mundo. La idea
católica de que el hombre tienen que hacer grandes penitencias, es
el mayor fraude del cristianismo.
El cristiano no tiene que hacer
nada ya que poseemos el don del perdón gratis, sin hacer ningún
merito. El Espíritu Santo es un don que nos da Dios (Hech.2:38;
10:45), y también lo es la vida eterna (Rom. 6:23).
El concepto de
la iglesia dominante en este mundo es ganar el cielo por las obras y
la penitencia, pero Pablo nos dice: (Roma.8:10)
“¡Alabado sea Dios! Jesús esta en mi y en ti hoy, y aunque mi cuerpo este destinado a morir a causa del pecado, el
“¡Alabado sea Dios! Jesús esta en mi y en ti hoy, y aunque mi cuerpo este destinado a morir a causa del pecado, el
Espíritu Santo me llena con la vida eterna por la justicia de Jesucristo que me es computada como si fuese mía”. El Espíritu Santo nos es concedido y siempre esta activo mientras tu lo pidas.
Maranata.
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