CRISTO NOS RECLAMA

A los suyos vino, y los suyos no le recibieron. Juan 1:11.

En este testo se nos relata el rechazo de Jesús de “su propia casa.” 
Esta no es una alusión directa en Nazaret, que era su “hogar” natural, sino a “la casa de Israel” en su conjunto (Mat. 10:6; 15:24;cf Exo.19:5; Deut 7:6) ya que era la nación escogida por Dios. 

Aunque Jesús el Rey del Universo, había puesto todo a un lado a fin de caminar entre los hombres con los mismos sentimientos y necesidades del hombre. Ya que fuel el que los había creado a su propia imagen. 

El también aspiraba a ser aceptado por sus amigos, especialmente porque sabia que tenia mucho que darles. Si comprobamos todos los puntos razonables, Cristo tenía el pleno derecho de abandonarlos a su suerte. 

Y de hechos tenía todo el derecho. Pero vemos que los llama amigos pero sólo si son suficientes íntegros para aceptarlo. Por eso el cuarto “Evangelio es llamado el rechazo” Por que Juan se ocupa más de este rechazo. 

Juan nos quiere transmitir que una vez que Cristo te llama, no deberías rechazarlo. Por qué: “A los suyos vino, y los suyos no le recibieron”. El Espíritu Santo esta constantemente llamando a los hijos de Dios, algunos tardan años en contestar, otros meses y otros días, esta relación tiene que ser fructífera y fluida. 

Cristo nos conoce muy bien, y a pesar de nuestras caídas, él nos levanta y nos perdona. Tal es el amor por el hombre, que perdona hasta lo sumo... Las consecuencia del rechazamiento, la vemos en lo que paso a Israel, en el año 70 d.C. 

La muerte de Esteban fue la culminación de la iniquidad de Israel. Pero ¿que advertencia da Dios al pueblo de Israel Espiritual? Muchos de los que profesan ser cristianos, visten, hablan y actúan como el mundo, y lo único por lo cual se los puede conocer es por lo que profesan. . . 

“¡Cómo no debéis vosotros andar en santa y piados manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios!” (2º Ped. 3:11,12). 

“Todo aquel ¿que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como el es puro.” (1 Jun. 3:3). 

Pero es evidente que muchos de los que se llaman cristianos se dedican más a adornar sus cuerpos. . . debemos aprender de la Palabra de Dios cómo pueden ser aprobados por él. (P.E. p.108). 

Israel rechazo el llamado del Espíritu Santo, ¿aremos lo mismo nosotros en el último tiempo? 

Ruego a Dios que por el derramamiento del Espíritu Santo nos ayude a que nuestras vidas sean renovadas, y todo el pueblo de Israel estemos en los atrios celestiales. Amen.

MARANATA.

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