Después de su discurso Jesús concluye su disertación con estas palabras.
Que se debe sacar de las seis ilustraciones y que es la más excelsa y espiritual de la ley del reino de los cielos, que fue presentada en los versos 21-47, pero la que esta más ligada con el contenido la hallamos en el verso 48 y que esta ligada con el contenido de los vers 43-47.
Jesús quiere
dejar en claro que los motivos de establecer un reino, son los
propósitos y motivos íntimos los que determinan la perfección del
carácter y no sólo los actos visibles.
El hombre puede mirar “lo
que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1º
Sam. 16:7). Ser perfectos. Se usa la frase griega téleios,
“acabado”, “completo”“el que ha alcanzado la menta”.
Que proviene del vocablo télos, “fin” “cumplimiento”,
“limite”. (pero no se puede
meter la frase “versus”, pues su significado es Frente o contra,
aunque la aya aceptado la academia de Lengua Castellana, o Española)
Pablo está hablando de los
téleioi (plural) en la versión RVR lo traduce los que han alcanzado
la madurez” (1º Cor.2:6) y son “perfectos” ante Dios (Filip.
3:15).
Pablo nos quiere decir que comprendamos que hay nuevas alturas
y metas que hay que alcanzar, y que él mismo (Pablo) no ha alcanzado
la perfección final pero sigue al blanco. Estos cristianos son maduros en la palabra de Dios, y tienen una visión clara de lo que Dios quiere de ellos.
Cristo no esta hablando de una impecabilidad
absoluta en esta vida (ver CC p. 57; RH-19-3-1890). La santificación
es una obra progresiva que hace el Espíritu Santo en nosotros, si lo
dejamos. Cristo dejo claro que Él Padre ama a sus enemigos; y quiere
bendecirlos si ellos aceptan.
Si queremos ser uno con Él Padre
tenemos que demostrar misericordia con aquellos que nos odian.
Debemos de ser como nuestro Padre, ser misericordiosos como Él es.
El amor debe ser sincero, espontaneo, bondadoso.
Es dar todo lo que
tienes sin recibir nada a cambio. El problema esta en el ser humano,
cuando no buscamos la dirección del Espíritu Santo. Hay mucho que
cambiar en un cristiano. Y hay que empezar por la base.
Dejar ciertas
costumbre del mundo, tanto hombre como mujeres.Y dedicar más tiempo
a la meditación y consagración de las almas.
Cada uno según el don que Dios le ha concedido, ya que dará cuenta de ellos en aquel gran día.
Cada uno según el don que Dios le ha concedido, ya que dará cuenta de ellos en aquel gran día.
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que
sostienen mi vida (Sal. 54:4). Tenemos por delante un gran privilegio
de llegar a ser como nuestro Padre por la renovación del Espíritu
Santo.
MARANATA.
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