UN SALVAVIDA CONTRA EL ENEMIGO

La ley de su Dios esta en su corazón; sus pies no resbalarán. Sal.37:31.
Muchos son sorprendidos al cometer pecado por haber dejado de estudiar las Escrituras. 

Bajaron la guardia y Satanás halló una presa fácil. (Esto es cierto hablo por experiencia propia)(Carta 1,1904). 

Maravillosas posibilidades están abiertas a aquellos que echan mano de las seguras promesas de las palabra de Dios. Y esto es cierto: Hace algunos años, yo me dirija la provincia de Murcia, al sur de España. 
Durante el viaje por carretera yo oraba. 

Dije: Dios mio, tú as prometido cuidarme durante el viaje, me as prometido que si te soy fiel tu me darás este trabajo. Si me ofrecieren trabajar en Sábado, yo rechazare el trabajo, aunque ello me lleve estar en el paro tres años más. 

Señor tu as dicho: No te dejare ni te abandonare el que guarda a Israel. Yo confió en ti. Después de siete horas por la autopista llegue a mis destino, “día de mucho calor”, “mucho calor”. 

Su vi a la oficina de personal y me presente, la primera entrevista fue crucial, el jefe de personal me dijo: ¡O! Sr. M. tengo buenas referencias suyas, empieza el lunes. El vio todo mi historial, y agrego: el trabajo es de lunes a viernes. 

Yo no sabía que decir, la lengua se me atasco, y por fin dije de acuerdo. Dios ayuda, ¡ya lo creo que ayuda! Yo confió en mi Papa. 

La preciosa fe inspirada por Dios imparte fuerza y nobleza de carácter que es lo que ven las personas. Al espaciase sobre su bondad, su misericordia y su amor habrá una percepción aún mayor de la verdad y un deseo más elevado y más santo de pureza de corazón y limpieza de pensamiento en el hombre. 

El alma que more en la pura atmósfera del pensamiento santo es transformada por la relación con Dios mediante el estudio de su palabra. La verdad es tan grande, tan abarcante, tan profunda y tan amplia que el yo se pierde de vista. 

El corazón es ablandado y subyugado que refleja la humildad, bondad y amor. (30)Nuestras facultades naturales son aumentadas debido a la santa obediencia. Por el estudio de la palabra de vida los estudiantes salen con mentes más amplias, elevadas y ennoblecidas. (T. T. 8, P.322,323). 

Es difícil estimar la importancia de procurar un conocimiento cabal de las Escrituras. . . La Biblia exige nuestra atención más reverente. No debemos quedar satisfechos con un conocimiento superficial, sino procurar aprender en pleno significado de la palabra de verdad, beber profundamente del espíritu de los Santos Oráculos (C.M. p. 107).
Hace unos momentos recibí la noticia de como Dios a salvado a un pastor adventista y a su familia de la muerte. Esto lo contare en la próxima Matutina.

Maranata

Luis José de Madariaga.

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