domingo, 12 de julio de 2015

UN TESORO DE GRAN PRECIO


El reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, (oh resplandeciente) fue y vendió todo lo que tenía, y la compro. Mat. 13: 45, 46.
Cuando Cristo comparo el reino de los cielos a una perla de gran precio deseaba llevar a cada alma a preciar esa perla sobre otras cosas. La posesión de la perla, que significa la posesión de Cristo como Salvador personal, es un símbolo de mayores riquezas. Es un tesoro muy superior a cualquier riqueza terrenal.

Pero esta parábola ilustra muy bien, el valor de la salvación prometida por Cristo juntamente con parte de el esfuerzo personal que debe realizar el que desea conseguir la perla. Hay algunos que están buscando, siempre buscando, la perla de gran precio.
Pero no hacen una entrega completa de sus malos hábitos. No morimos al yo para que Cristo pueda vivir en vosotros y en mi. Es por eso que no encontramos la perla negra de gran precio. Jamás experimenta o experimentaremos paz y armonía en el alma porque sin una entrega completa no hay descanso ni paz.

Casi cristianos, pero no plenamente cristianos, (ni chicha ni limonada), parece estar cerca del reino de los cielos, pero no puede estar allí. Casi pero no completamente salvados significa no casi sino enteramente perdidos, esta es la condición laodicense.

En la parábola se representa al mercader vendiendo todo lo que tenía con tal de obtener una perla de gran precio ( y en aquellos tiempo la perla negra era de un valor incalculable). 
Esta es una hermosa ilustración de aquellos que aprecian tan altamente la verdad que renuncia a todo lo que tienen para llegar a poseerla.
Por fe echan mano de la salvación provista para que el sacrificio de unigénito Hijo de Dios, se una realidad en sus vidas. La justicia de Cristo, como una pura perla de gran precio, que no tiene defecto, culpa ni mancha.

Ninguna obra humana puede mejorar las grandes y preciosas verdades de la Palabra de Dios. No son una mezcla de verdad y error, (como muchas religiones). No presenta ninguna imperfección, es bella en todas sus formas.
La salvación, con su inestimable tesoro comprado con sangre, es la perla de gran precio. Se puede buscarla y hallarla. Pero todos los que realmente la hallan venderán todo lo que tienen para comprarla. (M. 154, 1898)
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
http:// segunda venida apocalíptica
La Biblia a través del tiempo.

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