Ninguno puede servir a dos señores; porque o
aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y
menospreciara al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Mateo 6:24.Cada individuo en nuestro mundo deberá alistarse bajo una de las dos banderas -los escogidos y fieles bajo la bandera manchada de sangre del Principe Emanuel, oh bajo la bandera el egoísmo mundanal, las riquezas y las grandes diversiones que ofrece Satanás. . .
No puede haber componendas con los poderes de las tinieblas. Debemos de fijar individualmente nuestra posición. Si no tenemos enemistad con el príncipe de las tinieblas, llamada la serpiente antigua, nos envolverá con todas nuestras facultades y su aguijón estará en nuestro corazón.
No nos daremos cuenta de que estamos viviendo bajo la influencia este mundo gobernado por él.
Pero todos los que se alisten bajo la bandera
ensangrentada el Principe Emanuel, allí estará la vida. Desde ese momento en adelante considerará a Satanás como su enemigo, los placeres de este mundo no los atraerá, las cosas que no le damos importancia, para el Cristo son las mas importante.
Con la fortaleza de Cristo llegamos a aborrecer las cosas del mundo, que tanto nos atrae y que no le damos importancia. Con la fortaleza de Dios se opondrá a él como un adversario mortal. Tomaras tu, el yelmo de la salvación la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios.
¿Y que harán para mantenerse en una posición ventajosa? “Orando en todo tiempo con oración y suplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia. . . (Efe. 6:18).
Deberíamos estar alerta para advertir el peligro que esta tan asolapado y no nos damos cuenta.
Deberíamos ver el carácter odioso del pecado y expulsarlo del lo más profundo de nuestra alma.
El problema es que estamos soñolientos y no cuidamos las vías de nuestras almas.
Los hacedores de la Palabra saben que en Jesús
hay poder, que llegan apoderase y a ser de ellos o de nosotros por la
fe en Cristo. Estar vestido con el manto de Justicia de Cristo, ya que la da gratuitamente.
El cristiano tiene que estar cubierto con la armadura de Dios, panoplia del cielo, para resistir con éxito los engaños de Satanás la serpiente antigua.
Los negocios de la eternidad son de suficiente valor y tienen tanta importancia para que nosotros lo tengamos en la máxima prioridad sobre cualquier otra empresa que veamos. “¿Qué debo hacer para ser salvo?”, esta debería ser nuestra gran pregunta. (cart. 38ª , 1892).
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo.
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