sábado, 4 de julio de 2015

UNA PROMESA PARA RECLAMAR


Más el Consolador, él Espíritu Santo, a quien el Padre enviara en mi nombre, él os enseñará todos las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. Juan 14: 26.

¡Que maravillosa promesa! Jesús les estaba asegurando a sus discípulos de todas las edades y nacionalidades hasta el fin del tiempo que sus  ministerio y su experiencia cristiana no necesitaba ser un fracaso. 

Cuando el Espíritu de Profecía dice: y una gran muchedumbre que nadie podía contar.
Cuantos hijos de Dios sera salvos sin conocer el Santo Sábado, muchos que no son cristianos, pero que sus hechos y palabras si tienen peso ante Dios.

Mediante la ministración del Espíritu Santo, que había de tomar el lugar de Jesús, el mensaje de salvación sería enseñado a todos los que quisieran oír la palabra de Dios.

La obra del Espíritu Santo sería la misma obra que fue establecida por Jesús.  Hay dos cosas que sería diferentes.    El Espíritu Santo sería invisible, y nunca sería muerto en expiación por los pecados del hombre.

La responsabilidad del Espíritu Santo sería doble: enseñar y recordar las cosas que Jesús dijera a sus discípulos, de los cuales somo nosotros. ¿Que cosas van a enseñar? Todas las cosas.
¿ Significa que nos enseñará matemáticas, ciencia, geografía, historia, filosofía, astronomía, o cual quier cosa que interese a los hombres de hoy? 

No por cierto.   El campo más importante de la ciencia que el Espíritu quiere enseñar es la ciencia de la salvación.
Es una ciencia sencilla “Creer en el Señor seréis salvos”. (Hech. 16: 31). 

Hablo bajo mi propia experiencia. Antes de conocer a Jesús no tenia mucha noción de historia, astronomía, Paleontología, ornitología y mucho menos de teología.  

No soy un experto,  pero el estudiar la palabra de Dios me ha hecho tener más conocimiento de las cosa de Dios que antes de conocerlo, esto no quiere decir que sea mejor que otros o que sea salvo. ¡No!

Una creencia tal requiere el ejercicio de la fe: fe en el sacrificio expiatorio de Cristo, a quien nunca hemos visto, y fe en el Espíritu Santo a quien no podemos ver. Pero podemos ver su resultados de la doble obra del Espíritu Santo, y yo doy fe de ello en mi vida.  Soy el más pecador de los hombres,  pero creo en la obra de Cristo.

El me saco de lo más bajo, me dio un nombre, me dio inteligencia y sabiduría para comprender su palabra, me dio un nombre, una familia, 

¡que más quiero! Y si tengo que agregar no solamente pertenezco a la nobleza humana, sino que soy príncipe por amor y por redención.

Eso me lo dio Dios. ¡Que más quiero!  Tú puedes ser un príncipe o princesa, de los atrios celestiales, solo tienes que aceptar a Cristo como tu Salvador personal. 

Dentro de los apóstoles solo había dos que tenían estudios, Pablo y Lucas, pero todos los demás jugaron un papel importante en la salvacion de los hombres, cada uno con forme al don que se le concedió.

El Nuevo Testamentos registro esas palabras tal como el Espíritu las inspiro a los discípulos para que las escribieran. Sin la guía del Espíritu, los relatos seria mera historia no inspiradas.

¿Podemos recordar cosas que Jesús dijo cuando estaba en la tierra? Si,  el Espíritu Santo nos hace recordar el texto adecuado para decirlo a un amigo o hermano, y pone palabras de amor en nuestros labios. Dios nos ara recordar en el momento preciso aquello que tengamos que decir, bien sea a jueces o a reyes.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
http:// segunda venida apocalíptica
La Biblia a través del tiempo.

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