martes, 19 de mayo de 2015

REZAGADOS O VIGILANTES.


Velad y orad, para que no entréis en tentación; el Espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:41
Se cuenta la historia de un matrimonio de edad que ahorro durante años para comprar un coche. 

 Finalmente lo compraron y comenzaron a realizar su sueño: un viaje por la costa occidental de los Estados Unidos. No habían recorrido mucho antes de empezar dicho viaje cuando surgieron los problemas. El anciano y caballero se detenía con frecuencia y examinaba su licencia conducir. Su esposa le preguntó por que la miraba a menudo. “Para asegurarme -dijo él- . 

 Según este documento yo estoy habilitado para conducir un coche, o carrito”.
Así ocurre en la vida de una persona. Una y otra vez necesitamos asegurarnos de que estamos viviendo como Dios quiere que vivamos, no como el mundo quier que vivamos. Ninguno esta habilitado para viajar por el camino de la vida sin ayuda de Dios. 

El cristiano tiene que velar y orar para ver el camino de la vida. Cristo se preparaba todos los días para hacer frente a sus adversarios y a las tentaciones (2º Testimonios200-215) Él ayuno y oro con fervor y se entregó plenamente a su Dios. El hombre de la historia necesitaba instrucciones y conocimiento de su coche en vez de mirar su licencia. 

El cristiano necesita con urgencia el conocimiento de la Palabra de Dios, la Biblia el la carretera que nos llevará a la eternidad, pero en el camino hay “mojones” que nos indica la carretera y los kilómetros recorridos. En la Biblia hay también indicadores, en los cuales nos dice si el camino al cual queremos ir es el correcto.

Debemos de estudiar la Palabra y el único medio es ajo la dirección del Espíritu Santo. Se necesita vigilancia y mucha oración. “Oración sin vigilancia es hipocresía”, y vigilancia sin oración es presunción. Tenemos que tener en cuenta que Satanás esta al acecho en el camino que lleva al reino de los cielos. La carne es débil, son esos apetitos y deseos del hombre y mujeres (Rom.8:3). 

Jesús no disculpa la debilidad de la “carne”, sino destaca que esta debilidad es la razón por la cual es necesario velar y orar. Nuestra mente puede estar dispuesta a vivir la vida cristiana. Pero demasiado a menudo la carne es débil. La disposición a hacer la voluntad de Dios no nos guardará de ceder a las tentaciones de Satanás. La debilidad de la carne y las tendencias naturales pueden producir nuestra caída. Para lograr el éxito y llegar a la meta, debemos estar unidos n Dios y él Espíritu Santo él traerá esa unidad. Para conseguir esa unidad es necesario Orar y velar. 

“Un alma sin vigilancia es como una ciudad sin muros, esta expuesta a las incursiones del enemigo”. 

 Con el Espíritu Santo para guiarnos nosotros podemos mantenernos más fácilmente sin mancha del mundo. Tú tienes la última palabra.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
http:// segunda venida apocalíptica
La Biblia a través del tiempo.

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