He aquí mi siervo, a quien he escogido; mi Amado, en quien se agrada mi alma; pondré mi espíritu sobre él, y a los gentiles anunciará juicio. Mat. 12:18, Isaias 42:1; 40:1.
Mi siervo con referencia al contesto del cap. 42, esta profecía se aplica a Cristo esta expresión no se puede aplicar a ningún otro hombre. Con frecuencia Jesús dijo que había sido enviado del Padre.
Esta profecía mesiánica dada al profeta identifica el ministerio de Cristo. Fue el ministerio que trajo al mundo esperanza, sanidad a una multitud que estaba desesperada. Fue un ministerio que tuvo la bendición de Dios.
¿Poe qué? Porque el Cristo humano, sujeto todas las pruebas incluso sujeto a Satanás. Cristo cedió solamente al Espíritu Santo Sin él Espíritu Santo en su vida su misión hubiera sido un fracaso y la raza humana se había perdido.
Isaias se refiere claramente a los tres
miembros de la Deidad. ”[Yo el Padre] he puesto sobre él [el
Siervo o Mesías] mi Espíritu [el Espíritu Santo]. ¡Cuan hermas son las palabras usadas por el Padre para identificar al Mesías! Mi siervo, el Escogido, mi Amado. Son los nombre cariñosos de un Padre amante para su Hijo.
El ministerio del Espíritu Santo no estaba limitado solamente a Cristo. A través de los profetas y antes que Cristo naciese, el Espíritu Santo estaba haciendo su obra de misericordia. Cristo vino a salvar lo que se había perdido, Tú y yo.
Desde la ascensión de Cristo, el Espíritu Santo continua sus actividades en favor del hombre. En todas las épocas ha guiado a hombres y mujeres a una vida de ministerio abnegado en favor de sus semejantes.
En la edad Media los hospitales estaban atestados de enfermos, y el Espíritu Santo obraba en las personas para que cuidase a esos enfermos. El amor del Padre y de Jesús se manifestaba.Ciertamente aquellos que así han servido son llamados también su siervos, sus amados, su escogidos.
Agrado a Dios
escoger a Saulo, el perseguidor, para que se convirtiera en Pablo, el
ganador de almas.
El apóstol entregó a si mismo en un servicio abnegado.
El Espíritu Santo a obrado en personas que ni conocemos, pero en aquel día glorioso estarán junto a Jesús.
¡Que maravilla! El Espíritu Santo ahora espera que tú y yo nos entreguemos a una causa común, llevar almas a Cristo. ¡Que placentero es tener un guía tal! Mediante su conducción éste puede ser el día más feliz de tu vida, y una experiencia tal que puedas contagiar a otros del amor de Dios.
Maranata
Sigan
orando por la vista de mi esposa.
Luis
José de Madariaga.
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segunda venida apocalíptica
La
Biblia a través del tiempo
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