sábado, 30 de mayo de 2015

ÉL VELA SOBRE NOSOTROS


¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Salm. 139:7,8.

David formulo dos preguntas que se superpone entre si. El conocimiento de Dios sobrepasa nuestra mente limitada. Cuando Davis hizo esta pregunta él no insinúa que desea escapar del Espíritu de Dios, lo que esta diciendo es que no hay lugar en el vasto universo donde se sienta la presencia del Espíritu divino.

Es imposible huir de Dios. De su propia experiencia al igual que la nuestra sea nuestros actos buenos o malos. Su caso con Betsabé, halló que no podía esconderse de su pecado, ni ante Dios ni ante los hombre, porque más tarde o más temprano saldría su caso.
Dios interviene a través del profeta Natán. Jonás trató de huir de la presencia de Dios. Hizo el primer viaje submarino al fondo de la mar. En las llanuras de Sinar los descendientes de Noé decidieron construir una torre que llegara hasta el cielo. No tuvieron en cuenta a Dios. 

Pero no pudieron ir muy lejos de Dios. Ya que Jehová los visito y desbasto sus planes y que se pusieron por encima de Dios.
El hombre no puede huir de Dios, tarde o temprano Dios lo llama, bien sea para bendecirle, o bien sea para darle el castigo que le corresponda a su acción. 
Cierto joven se marcho America dejo a su familia y a su novia. Cuando era el momento de hacerla venir callo enferma y se gasto todo sus ahorros. 

Mientra se estaba recuperando le llegó la noticia de la muerte de su Padre. 
Tres semanas más tarde el tío con el cual vivía falleció. 

Apenas salio de esa tragedia vino la carta de la novia diciéndole que había muerto su padre y que iba a vivir con su madre. 
La pregunta que se hacia este joven. ¿Por qué Dios permitía todo eso? De la noche a la mañana el se convirtió en un incrédulo vagabundo pero Dios no lo había olvidado. 

En sus andanzas por ese país como baquero oyó habar de los Adventista.  Un vaquero que trabajaba con el le conto sus desventuras con la iglesia. Meses después se encontró con esa iglesia empezó a estudiar la Biblia y las profecías relacionadas con el fin de este mundo, en Daniel y Apocalipsis. 

Fue cuando halló a Cristo como su salvador personal. 
 Dios lo busco y lo ayo fue como el hijo prodigo. Hay muchos jóvenes que ponen en duda a Dios. 

Creerme, no puedes huir de él. Mediante su Espíritu está en todas partes. Te busca por qué te ama y él te a prometido que te dará todas las y las oportunidades para conocerlo. 

No podemos huir de su presencia, al menos que lo rechacemos. El vela sobre ti y sobre mi.
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
http:// segunda venida apocalíptica
La Biblia a través del tiempo.

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