miércoles, 20 de mayo de 2015

COMUNIÓN CON CRISTO


Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión on su Hijo Jesucristo nuestro Señor. 1º Cor. 1:9.

El verdadero cristiano vive con la ventanas del alma abiertas hacia el cielo. Vive en comunión con Cristo. Su voluntad está conformada a la voluntad de Cristo. 

Su deseo máximo es llegar a ser más y más semejante a Cristo, para que pueda decir como Pablo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mi” Gal. 2:20.
Fervientes e incansables hemos de esforzarnos para alcanzar el ideal que Dios tiene preparados para cada uno de sus hijos. 

¿Hemos de hacer esto como una penitencia? ¡No! Sino con el único medio de ganar la verdadera felicidad por el amor. Creo que la única forma de ganar la paz y el gozo es tener una relación viviente diariamente con Aquel que dio su vida por nosotros. 

Cristo murió para que pudiéramos vivir, y que y que ese vivir cada día pueda unir su poder con los esfuerzos e los que se esfuerzan en vivir en armonía con Cristo para vencer.

La santidad es una constante armonía con Dios. ¿No nos esforzamos por ser aquello que Cristo tanto quiere que seamos -cristianos de hecho y de verdad- para que el mundo pueda ver en nuestra vida una revelación del poder de nuestro Salvador y de la verdad en la cual creemos? 

El mundo es una escuela en la cual nos preparamos, podemos suspender, o podemos sacar matricula de honor. Todo depende de ti y de mi. El enemigo de Dios continuamente procurará apartarnos de nuestra lealtad hacia nuestro Dios. Pero estaremos seguros mientras nos aferremos de Aquel que dio su vida pon nosotros.
 
En esta escuela inferior de la llamada tierra hemos de aprender las lecciones que nos prepararán para entraren la escuela superior, donde continuará nuestra educacion bajo la dirección personal de Cristo. 

En los pocos días de gracia que nos quedan, ¿no procederemos como hombres y mujeres que buscan la vida en el reino de Dios, una eternidad de bienaventuranza? No podemos permitirnos perder el privilegio de ver a Cristo cara a cara, y de oír de sus labios la historia de la redención (R. and H. 1907).
Maranata
Sigan orando por la vista de mi esposa.
Luis José de Madariaga.
http:// segunda venida apocalíptica
La Biblia a través del tiempo.

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