sábado, 13 de septiembre de 2014

LAS DOS POSIBILIDADES.


Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. No como Caín, que era del maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas. 1º Juan 3: 11, 12.

Las Escrituras nos hablan del sello de Dios y la marca de la bestia. Estos dos símbolos proféticos tendrán una aplicación especial en el futuro. Pero los principios implícitos en ellos son simplemente la salvación por la fe y la salvación por las obras, las dos van unidas.

Toda la historia bíblica se desarrolla entre estos dos sistemas, que en el último instante nos conducirá a la vida eterna o muerte eterna. Nuestro texto de hoy es una ilustración de esta verdad. Caín y Abel pertenecía a las dos clases de personas que existirán hasta que Cristo y los que se salven entre en los cielo.

Los seguidores de Caín confían en sus propios méritos; los seguidores de Abel descansa en los méritos de Cristo. Esto desecha la teoría tanto Católica como musulmana, de cuando mueren val al paraíso o cielo.

Por otra parte, el hombre, cuando esta lejos de Cristo, se destruye a sí mismo y a los demás. Caín mató a su hermano, no porque éste hubiera hecho algo malo, sino “porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas”.

Los que reciban el sellos de Dios serán agredidos e insultados, incluso muertos a palos o ha espada. El mensaje de Apocalipsis 13 y 14 deja bien en claro que pronto llegará ese momento, y no esta muy lejos.

En medio de esta gigantesca persecución de las fuerzas rebeldes unidas que estarán sofocando al mundo, tratando de abolir la ley de Dios y su cuarto mandamiento, se levantará un grupo de personas humildes pero leales que vivirán de acuerdo con los principios implícitos en el sello de Dios, que es la salvación por la fe.

¡Pero levantarse entonces significa levantarse ahora! ¡Triunfar entonces significa triunfar ahora! Cuando hablamos de la justificación por la fe, recuerda que debe haber un objetivo que tenemos que alcanzar precisamente por la fe.

Este objetivo es una persona. Esa persona no somos nosotros mismos, sino Jesucristo. Los que hacen lo posible por obedecer a Dios, pero constantemente se miran a si mismos y lo que los rodea, se están fijando en el marco del cuadro y no en el cuadro mismo.

Nuestro cuadro es Jesucristo. Pablo lo expresa elocuentemente en Hebreos 12:2. “Puesto los ojos en Jesucristo, el autor y consumador de la fe”.
Maranata.
http:// lecciones-biblicas.blogspot.com
La Biblia a través del tiempo
http://segunda venida apocalíptica

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