viernes, 28 de febrero de 2014

HERMOSOS POR FUERA Y SEPULCROS POR DENTRO.

Así también vosotros de fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres; más de  dentro, llenos estáis de hipocresía e iniquidad (Mat. 23:28).

Un padre y una madre se encuentra sentados cómodamente en la sala.  Tienen el aparato de T.V. encendido con el volumen demasiado alto.
Una antigua película atrae su atención.  De repente aparece su hijo. -¡Mama, mis amigos esta yendo al cine y quieren que los acompañe! 
-No, hijo, tú sabes que los adventistas no vamos al cine -responde la madre mientras sigue mirando la televisión con el rabito del ojo.

-Pero mama. . . -protesta el joven.
-Ni una palabra más, ¡No vas a ir!
No hace un mes que me contaron una historia muy parecida, de una madre que no dejo ir al cine a su hijo. Esto ocurrió en Colombia. Hace un tiempo, el hijo salio de su casa y se encontrón con su tío, este iba hacia el cine, le pregunto porque estaba triste, el joven le dijo que su madre no le dejaba ir al cine con sus amigos.

El tío le invito ir al cine, entraron y se pusieron al final del cine cerca de la puerta, no llevaban diez minutos y el cine se desplomo, el niño murió y su tío salio ileso, pero con el susto dentro de su alma. Conque dolor el tío iba a comunicar a su madre que su hijo había muerto.

Es bien fácil imaginar las consecuencias de estos pequeños dramas cuando los muchachos desaparecen adustamente, murmurando algo acerca de los "hipócritas" y de "la iglesia".  
Esta escena es tan real como la vida misma, pasa en muchos países de Europa y de Estados Unidos.

Una pareja de jóvenes tipo Hippie caminan desmañadamente para iniciar la rutina de un nuevo día de protesta.  Le dice el Joven a su pareja:  "Voy a buscar mi cheque en la oficina de Asistencia Social -dice el joven-, y en seguida iré a la universidad para ver cómo va el expediente de mi préstamo de la Oficina Federal de Educación, y luego recogeré nuestro vale para conseguir alimentos gratis.

Mientras tanto anda tú a la Clínica Gratuita de Enfermedades Venéreas y averigua cómo salieron nuestro análisis.  Después retira mis nuevas gafas del Centro de Salud.  Acto seguido ve al Departamento de Bienestar social y trata de que nos admitan de nuevo como indigentes.
Después de eso vamos a encontrarnos en el Edificio Federal para participar de una demostración masiva contra esta sociedad maloliente y putrefacta".

La hipocresía no tiene limites de tiempo ni de edad.  No es una extraña enfermedad que ataca a una persona cuando llega a cierta edad en la vida.  Es una enfermedad espiritual y moral cuya manifestación condena Dios en cualquier edad del hombre.
"Dios odia la hipocresía" Cristo da importancia a la justicia interior de la persona.  "La hipocresía siempre enfrentó la más severas represión de parte de Jesús.
La pregunta que se plantea para el cristiano: ¿Esiste la hipocresía dentro de la iglesia?  Si fuera así, no nos salvaríamos ninguno. Esto es para reflexionar. 

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