miércoles, 19 de febrero de 2014

LA BIBLIA NOS DICE LAS COSAS TAL COMO SON.

Pero si andamos en la luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo  su Hijo nos limpia de todo pecado (1º Juan 1:7).

La Biblia no es solamente un libro cuyo autores inspirados nos dicen las cosas como son y como debieran ser, sino que las describe finalmente como podían llegar a ser.  Las Escrituras no sólo deja en evidencia a los pecadores perdidos.  También aclama a los santos redimidos.  Los santos hombres de Dios no sólo se lamentan de las debilidades del hombre, sino que proclaman el poder de Dios.

Las sagradas páginas no hablan solamente de una destrucción total del hombre, resplandecen con el relato inspirado de un cielo renovado donde estarán los redimidos.  No hay solamente una iglesia militante, hay también una iglesia triunfante.  Tú y yo deseamos formar parte de esa multitud renovada y victoriosa que nadie podrá contar y que estará de pie en el día final frente al trono de Dios. ¿Puede ser esto verdad?  ¡La Palabra de Dios lo declara!

La Biblia es el único libro que revela al Salvador del hombre.  El Corán, el Bagvad Gita, las doctrinas de Buda, Confucio y Zoroastro, todos ellos contienen encomiable principios éticos.  Pero no ofrecen un Salvador.  Dejan al hombre en su condición desesperada y perdida.

Si el hombre cree en la reencarnación, en el paraíso en el cielo cuando se mueren, para que va a ver un juicio y una destrucción de esta tierra.  El creyente debe andar en la luz, andemos con Dios, de quien brilla la luz, y tener más comunión no soló con él sino también con todos los que están siguiendo al Señor.

Es por eso que el hombre necesita ayuda.  La necesita con urgencia.  porque es un pecador perdido que necesita salvación.  En muchas religiones piden perdón a su dios, pero por dentro están vacíos, o su conciencia esta cauterizada por el pecado, y es por eso que pueden matar y cometer actos de terrorismo y no sentir remordimiento.

La Biblia es el único libro que contiene un plan acerca la salvación del hombre, y contiene un plan acerca de lo que debe hacerse por el hombre si ha de ser rescatado de su condición perdida.

He observado a lo largo de mi vida a los Hindúes y Musulmanes, unos mi entra hacían sus sacrificios, y otros mediante sus oraciones, habla de un intimo anhelo por algo mejor: pero no señalan hacia atrás con gratitud o hacia adelante con esperanza de un Salvador.  No reconocen a Cristo, como el Hijo de Dios.  Cierta vez me dijo un buen amigo: cuando la conciencia del ser humano esta dormida por el pecado, el dueño de esa conciencia es Satanás. 
 
¡Cuán diferente es la experiencia de los creyentes nacidos de nuevo! "Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". (Rom. 5:8). "La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado". (1º Juan 1:7). 
El pecador puede ser perdonado, purificado y restaurado.

Promesa. "El cuidado del Señor se extiende a todas sus criaturas.  El ama a todos y no hace acepción de personas [cualquiera que fuera su condición religiosa], si bien mira con la más tierna compasión a los que llevan las cargas más pesadas de la vida. (DTG. 296. PP).

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