miércoles, 12 de febrero de 2014

EL NOMBRE QUE TRIUNFA.

y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. (Mat. 1:21).

En muchas partes del mundo se le asigna un significado importante al nombre, tanto de personas como de lugares. Pondremos varios ejemplos:  en la región de Tamil, al sur de la India, un nombre cristiano bastante común es "Yesuratnam".  "Yesu"  es la palabra tamil que corresponde a Jesús.  "Ratnam" significa joya. De modo que "Yesuratnam" significa Joya de Jesús.

En los países musulmanes es muy común entre la población poner el nombre de, "Isà o Eisá" que corresponde a Jesús. Otro nombre es. "Mikha ìl" que corresponde a  Miguel.  Pero el nombres más usado en el Oriente o el cualquier parte del mundo es Jesús.  En la Biblia Hebrea  se refieren a él mediante muchos nombre, cada uno de los cuales nos permite vislumbrar algo de su vida, su carácter o su ministerio.

El nombre "Jesús" procede del hebreo "Yehoshua", una combinación de dos nombre:  "Yah" y "Hoshuá".  "Yah" es una contracción de "Yave", nombre del Dios del cielo, omnisaìente, omnipresente y omnipotente, proveedor y protector de Israel y por ende del hombre.  Luego  "Hoshuá" significa Salvador o salvación.

Si el nombre de Jesús significa "Jehová es salvación" La construcción griega es enfática, como si se deseara recalcar que el mismo es quien ha de salvar al mundo.  La promesa de salvación la pronunció el profeta (Sal.40:7; Zac.2:10; Heb. 10:7). Desde el principio de la creación, pasando por la liberación del pueblo judío, y por ende del pueblo del Israel espiritual.  Ahora "Cuando vino el cumplimiento del tiempo" (Gal. 4:4) el destino señaló a Aquel en quien había de cumplise esa esperanza (Juan 1:14). 
  Pero, ni los Judíos ni los Árabes, lo an haceptado como su salvador, me refiero como nación.  Ahora bien, como individuos hay esperanza de salvación, ya que Dios llama a todos sin acepción de personas.


Para lavar a su pueblo de sus pecados.  Si el pecado ha encerrado a los hombre (Rom. 6:16; 2º Pedro. 2:19) en su carcel (Isa. 42:7).  Cristo vino para quebrantar las cadenas, abrir las puertas de la cárcel y liberar a los cautivos de sus condenas de muerte (Isa. 61:1; Rom. 7:24,25; Heb. 2:15).

Vinos a salvarnos de nuestros pecados, no en nuestros pecados.  Vino, no sólo para salvarnos de los pecados que ya hemos cometido, sino de nuestras tendencia inherentes que nos lleva al pecado. (Rom. 7:23-25; 1º Juan 1:7,9).  Vino a redimirnos de "toda iniquidd" (Tito.2:14), en la cual está  incluidas toda tendencia al mal heredadas y cultivadas (DTG.625).

En este nombre, nombre victorioso, Jesús envió a sus primeros y últimos discípulos a conquistar el mundo.  El nombre de Cristo había y debe ser una consigna, su divisa distintivas, su vinculo de unión, debía de ser la base de su conducta y la fuente de su éxito.  Nada que no llevara su nombre y su inscripción había de ser reconocido en su reino.
"No hay un nombre en esta tierra cual el nombre de Jesús; simbolo es para el creyente de perdón, justicia y luz"

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