miércoles, 22 de septiembre de 2021

¿TENEMOS UNA FE VIVA?

Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?Marcos 4:40.

Doy gracias a mi Dios por concederme sabiduría al hacer estas matutinas. Si mi Dios lo permite, seguiré haciéndolas secar un texto bíblico y comentarlo con algunas experiencias. 

Empecé en agosto y terminaré en agosto. 

Quiero dar gracias a todas esas buenas personas que a lo largo de este ministerio han visto y han comprendido lo que Dios quería transmitirles a través de este blog.

El comentario Bíblico no dice nada con relación a este texto. Si leemos el contexto del capítulo, nos encontramos veremos que Jesús está predicando junto al Mar de Galilea. 

Está contando la palabra del del sembrador. Nadie comprendió la parábola, ni siquiera los discípulos. Pero en el aposento alto le preguntaron, y Jesús les dice algo importante. 

“A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios” Si ellos no entendían la parábola, ¿como podrían comprende todo lo de más? 

La parábola del sembrador, la semilla y los terrenos fue la más sencilla de las parábolas. Ellos debían tener claro su significado. 

Si ellos tenían dificultades con esta sencilla parábola, ¿como les iría con las otras? Oh como podrían comprender las cosas que más tarde Juan escribiría. 

¿Cómo está nuestra fe? ¿Comprendemos las profecías del Apocalipsis y su significado? 

Es el mismo tema, con escenarios diferentes. Estoy seguro que diréis: ¿Este hombre no sabe lo que dice? Es posible que tengáis razón. 

Pero también es posible que no la tengáis. Para comprender bien la palabra de Dios hay que tener fe, sin ella es imposible de entender las parábolas ni las profecías. 

Pregunto: Si tú tuvieras fe verdadera fe, al igual que yo, Cristo habría venido ya. Es nuestra carencia de fe la que hace que Cristo tarde en venir. “Tú fe y mi fe” 

Muchos jóvenes hoy día no tienen fe, pero los mayores tampoco. Vivimos en un letargo, y Cristo nos está avisando a través de sus mensajeros. 

Los primeros peregrinos que salieron de Holanda a hacia las tierras de los Estados Unidos, eran hombres y mujeres de fe, y Dios les ayudó. 

Tú no puedes encontrar la fe. No puedes conseguirla. Tampoco puedes comprarla. 

Simplemente usa la fe que ya tienes como un don que Dios te ha dado. 

Cada joven debe de ser un árbol que de frutos para beneficiar a otros. Y cuanto más grande sea el árbol, más fruto llevará para Cristo. 

Es así como nuestra fe en Cristo Jesús crece cada día. No contemple tus miedos, fija tu vista en Cristo y tu fe y la mía crecerá como la palmera en el desierto.

MARANATA.

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NOTIFICACIÓN A LOS LECTORES.

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