Muchos de los gentiles a quien Pablo escribe esta epístola habían conocido el sistema antiguo del judaísmo y de los sacrificios. Así que les habla de la misericordia de Dios que todo lo abarca (cap.11:32-36).
El creyente ha sido justificado por la fe en Cristo y restaurado para que ame y confíe cómo hijo adoptivo de Dios, por lo tanto debe vivir una vida de pureza y santidad de acuerdo con su nueva situación.
¿Pero lo hacemos realmente? Pablo destaca algo muy importante. La doctrina de la justificación por la fe y la salvación por la gracia no fomentan ni permiten la impiedad, ni tampoco un negligente menosprecio de los mandamientos de Dios.
Por el contrario, el creyente que ha sido justificado y esta siendo santificado llega a estar aun más dispuesto a obedecer, pues “la justicia de la ley” se está cumpliendo en él (cap.8:4).
La justificación por la fe no sólo significa el perdón de los pecados, sino también una vida nueva.
Incluye santificación y justificación, transformación y reconciliación.
El propósito de Dios es la restauración del hombre para hacerlos idóneos para vivir en su presencia.
Esta clase de consagración significa que damos a Dios el primer lugar. Descarta la clase de cristianismo que de vez encunado se inclina cortésmente ante Dios. Se oponen a la prácticas de muchos que dan a Dios lo poco que queda después que ellos se han regalado abundantemente con las bendiciones de la vida.
Su juventud no la dan al Señor, se la dan al mundo, pero en su vejez se la quieren dar al Señor. Estas personas rechazan el concepto del cristianismo practico en un solo día y a lo largo de su vida.
Pablo exhorta a los cristianos a que consagre su cuerpo a Dios, y después los insta a presentar su facultades intelectuales y espirituales a Dios y a su servicio.
La verdadera santificación es la consagración de todo ser: “espíritu, alma, y cuerpo”, el armonioso desarrollo de las facultades físicas, mentales y espirituales son ofrecidas a Dios.
“Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero” (Apc. 7:14). Creo sinceramente que estos son los cristianos consagrados para la eternidad. Da tu vida para Cristo.
MARANATA.
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NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7 (a través de https:// se puede ver estos blog. Dentro de dos mes me tienen que intervenir, y estaré convaleciente un mes. Durante ese tiempo no podré poner las matutinas. Oren por mi.
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