sábado, 29 de julio de 2017

HABLANDO A TRAVÉS DE UN PECADOR.


Estas son las palabras postreras de David hijo de Isaí, dijo aquel varón que fue levantado en alto, el ungido de Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel: El Espíritu de Jehová ha hablado por mí, y su palabra ha estado en mi lengua. 2 Sam. 23:1-2.
Qué testimonio poderoso al fin de una vida ungida y llena por el Espíritu Santo! Si, David había cometido errores y uno de ellos se lo cantaba del himnario de Israel (Sal.51). 

No obstante, el Espíritu Santo siempre permaneció con David, y él era consciente de que había sido usado como un portavoz de Dios. Si usted teme que el Espíritu Santo lo abandonará debido a algún pecado que ha cometido, la historia de David es un mensaje de aliento que Dios le envía hoy.

El adulterio y el asesinato que cometió David fueron trágicos e inexcusables, pero su arrepentimiento profundo y sincero reveló que él no había rechazado al Espíritu Santo de su vida, es el Espíritu Santo quien atrae a los pecadores contritos al arrepentimiento y le inspira nueva esperanza, no importa qué haya hecho. 

Así como las palabras de Dios estuvieron en la lengua de David, de la misma manera usted y yo, pecadores arrepentidos, todavía hablaremos en favor de Dios al proclamar la revelación de la verdad y el amor que él nos ha dado para compartir. 

Es triste que ya no se cuenten experiencias desde los púlpitos, en algunas iglesias, con este echo deshonramos a Dios. Dios es glorificado con nuestras experiencias. Cuando oramos o estudiamos la Biblia, Dios puede traer a su mente un mensaje par comunicarlo a un individuo o a un grupo de personas. 

Los ángeles de Dios está con nosotros. Cierto día una hermana muy misionera, se encontraba en el Bus, y en su bolso siempre lleva el Camino a Cristo. Aquel día en el bus, se sentó al lado de una señora , vio que su semblante era triste, melancólico y le pregunto si se sentía mal, la mujer le dijo que había perdido a su marido. Nuestra hermana saco del su bolso el libro y le dijo: lea usted este libro. 

Seis mese después, esa mujer fue a su iglesia. Le contó que ese día se iba a suicidar. Hoy es una hermana activa en su iglesia.  

En nuestro caminar con Cristo podemos hacer grandes obras para salvar a los perdidos, y él Espíritu Santo nos conducirá en el momento oportuno para ayudar a una persona que esta en tinieblas. 

Algunos de los testigos más efectivos de Dios hoy día son personas que se relacionan con el ministerio ya sean en la obra misionera, o en los hospitales o en las cárceles. 

Jesús no sólo vino para liberar a los cautivos sino que desea que lo represente ante aquellos que necesitan oír las buenas del Evangelio.
[Os pido que oréis por mi. 
Tegon una alergia que me ataca todo el cuerpo y los ojos, y no tengo ganas de hacer nada. Os ruego humildemente que oréis por mi, para que siga haciendo esta obra. Que Dios os bendiga].
Maranata:
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