sábado, 27 de febrero de 2016

DÍAS DE DELICIAS Y BENDICIONES


Si retrajeres del día del reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado. Isa.58: 13,14.

La obra de restauración debe comenzar con un reavivamiento del Sábado, cuya esencia es la comunión con Dios, y la conmemoración de su poder creador y redentor en el día que él mismo santifico. 

Nunca fue el propósito divino que el Sábado fuera un fin en sí mismo, sino un medio por el cual el hombre pudiera conocer mejor el carácter y los propósitos de su Creador (Exo. 20:8). Dios dio al hombre seis días para el, y él Señor se reservo uno para que le conociéramos mejor. 

La esencia del pecado es el egoísmo: hacer lo que a uno le place, sin tener en cuenta ni a Dios ni al hombre. 

El día del sábado proporciona al hombre la oportunidad de dominar el egoísmo y cultivar el hábito de hacer lo que agrada a Dios (1º Jun.3:22) y también contribuye al bienestar de otros. 

La verdadera observancia del sábado conducirá a la obra de reforma descrita en Isa. 58: 5-12. Los que no participan del espíritu del sábado, tal como fue ordenado por Dios, no comprenden lo que pierden. 

El sábado es una de las mayores bendiciones que el amante Creador ha dispensado a los hombres. OS SERA DELICIA: La meras formalidad del sábado aprovecha poco. Los que considera que el sábado es una carga, no han descubierto su verdadero sentido y valor. Otro punto muy importante. 

LO VENERARES: He aquí la prueba decisiva para determinar lo que se debe hacer en el día de sábado: ¿Es para honrar a Dios? Cualquier actividad que tenga el propósito de proporcionar un conocimiento más cabal del carácter de Dios, de sus obras, de sus caminos o de su voluntad, o que sirva de conducto por medio del cual el amor divino pueda llagar al corazón y a la vida de nuestros semejantes, es una honra para Dios. 

La respuesta a todo esto es: Ser o no ser esta es la cuestión. Fuimos puestos en la tierra con un propósito: para servir a Dios y a los demás. El sábado es más que un día de descanso mental y físico. 

Es incluso más que un día para la adoración. El sábado tiene un significado definidamente redentor, está en en estrecha relación con la eternidad y el evangelio eterno. 

La lealtad y fidelidad a Dios es la base para estar entre los que vivirán. Los salvos llevarán la manifiesta imagen de Jesús, y su semblante refulgirán de santo júbilo, como expresión de la libertad y dicha que en aquel lugar disfrutaban esa gran experiencia en la tierra Nueva. La fidelidad tiene un precio. . . La vida eterna.
Maranata
Luis José de Madariaga.
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Ruego a los internautas cristianos que oren por mi amada esposa, esta enferma. Gracias a todos.

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