viernes, 11 de abril de 2014

SE PREDICA A JESÚS. SE GANA A UN SUICIDA.

Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. (Hech. 8:35).

Siempre que aparece esta frase en el N.T. significa que está a punto de pronunciase un discurso y no unas pocas palabras (cf. Mat. 5:2; 13:35; hech. 10:34). Vemos a Felipe dando su discurso al viajero que venia de Etiopía. Era un viaje cansado y agotador, Felipe noto que estaba interesado en la lectura, pero no la comprendía.  Dios puso a felipe en ese momento en el camino para hacerle comprender la palabra referente a Cristo.

El Espíritu Santo toco su corazón y fue bautizado, y ambos siguieron su camino.  Cuantos hombre y mujeres esta en situaciones mucho peor que el Etiope, esto me hace recordar un caso que ocurrió en Méjico.
Llamaremos a la mujer María. Como tantas mujeres tenia problemas en la familia, con sus hijo y sobre todo con la suegra.  Cuantos matrimonios e visto romperse por culpa de la suegra. Hay seis cosas que aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma.

1ºLos ojos altivos, 2ºla lengua mentirosa, 3ºmanos que derraman sangre inocente. 4º Corazón que fragua planes perversos, 5º pies que ligeros corren hacia el mal. 6º Testigo falso que profiere calumnias,
7º y el que siembra pleitos entre los hermanos.

Esta mujer estaba intentando quitarse la vida, se sentía desgraciada, frustrada, no tenia apoyo de su familia.  La esperanza de algo mejor se había desvanecido de su vida, la muerte era mucho mejor que vivir en esa situación.  No había una vía de escape para terminar con tanto dolor.  En varias ocasiones intento quitarse la vida, María había sido librada varias veces de la muerte sin saberlo ella Dios intervino enviando alguna persona para evitar dicho desenlace.

Al caminar para cumplir con su tremenda cita con la muerte, pero antes de cruzar la calle, sus oídos percibieron unos himnos de alabanza que salia de una iglesia Adventista. "Que raro -se dijo ella en su corazón, esta jente esta en la iglesia el Jueves". Un diacono observo y la invito al interior del templo.
El mensaje del predicador era para esa mujer desesperada, Dios intervino otra vez, ya que ese mensaje toco su corazón y María había encontrado la paz en su corazón, y poco tiempo después entrego su alma a su Señor.

Como el Etiope que se alejo gozoso hacia su país sabiendo que Dios le había escogido para llevar el Evangelio a su país, así también María fue una fuente en su hogar y en el barrio.

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