domingo, 6 de abril de 2014

LA ETERNIDAD Y LA CERTIDUMBRE.

¿No te he escrito cosas excelentes de consejo y conocimiento.
Para hacerte saber la certeza de las palabras de verdad, a fin de que puedas responder palabras de verdad a los que a ti envíen?  (Prov. 22:20,21).

En estos días de crisis que nos rodea a todo cristiano.  No es fácil en contra respuestas a tantas preguntas, sobre nuestra seguridad.  Hablo en términos humanos, por cualquier parte que vallamos encontramos inquietudes, problemas económicos, sociales incluso matrimoniales.
¿Quien no tiene problemas?  La garra de la incertidumbre se ha clavado en las iglesias cristianas en la actualidad. (foto Lutero y la reforma).

Demasiados así llamados cristianos no saben adonde están ni siquiera saben el camino por donde ir para llegar a su destino.  La intranquilidad religiosa resulta más y más evidente en todo el mundo occidental.  Ciertos conceptos tradicionales acerca de la doctrina de la iglesia están siendo objeto de desembozados ataques.

Los muros de las organizaciones religiosas se están desmoronando.  Lo único seguro en muchos círculos cristianos de hoy es la inseguridad.
Si Lutero se levantase de su tumba, pegaría un grito en el cielo. ¿Que asido del protestantismo?  Hoy día  los cristianos ya no hacen honor a su nombre.  En lugar de protestar, se ajunta a las normas católicas.

La pureza de la doctrina bíblicas es mancillada por la unión con el papado.  Los mandamientos de Dios son sustituidos por la Psicología popular.  Los pilares de la reforma se han desvaluado.  El lema de la reforma: Solo las Scrituras. Sola Chistus. Sola Gratia. Sola Fide. Solí Deu Gloria. Han desaparecido totalmente.

En una hora como ésta, cuando los fundamentos están siendo terriblemente sacudidos, cuando la duda y el descrédito están a la orden del día ustedes y yo, jóvenes y ancianos a la vez, debemos volver a nuestras Biblias. Debemos examinar las sagradas páginas con oración y perseverancía.   Nuestra eternidad debe estar edificada sobre la certidumbre.  Debe estar edificada sobre el fundamento de la ley de Dios expuesta en éxodo 20.

Debe estar edificada sobre el fundamento de Cristo. El pueblo que pone los cimientos en base a los fundamentos que poso Cristo, no sera comobido. Debemos examinar las sagradas páginas como hacían los Valdenses, o los primeros cristianos, que murieron por la palabra en la inquisición. (foto. La reforma esta en el corazón)

¡Debemos estar enterados de la certidumbre de la Palabra de verdad!
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de verdad. (2º Timoteo. 2:15).   

No hay comentarios:

Publicar un comentario