¿QUIEN PROSPERARA?

Pero Jehová estaba con José, y fue un varón próspero; y estaba en la casa de su señor el egipcio. . Génesis 39:2.

Teniendo en cuenta la situación de José, y que se encontraba en un país extranjero, abatido de la posición de hijo favorito de un hogar rico y estable, a la condición social de un esclavo, Jehová todavía estaba a su lado para bendecirle y prosperar la obra de sus manos. 

Es el designio de Dios que los hombres atraídos por la diligencia, la solicitud y la energía manifestada por los fieles siervos de Dios en la tierra, aprendan de el de esa manera. 

Notemos que Jose era atento, diligente y concienzudo en las relaciones con sus deberes en el hogar y, fiel ate los intereses de su amo. 

Tenemos una lección que aprender de José. El éxito raras veces acompaña a la negligencia, al perezoso o al falto de principios. 

José comprendía que su trabajo era aprobado por Dios (ver. 9 cap.45:5), para José era una satisfacción de saber que Dios estaba a su lado. 

La clave de nuestro texto es: “Jehová fue con José”. Está era la clave. En este verso no entra el factor suerte. 

Cuántos jóvenes están en una situación parecida, en un puesto de responsabilidad, y muchos fracasan. No son fieles a los principios de Dios, y sus vidas decaen ante la presencia de los hombre, y así Dios es deshonrado. 

Es triste que en la actualidad y demasiado a menudo la gente atribuye la prosperidad a extraños caprichos de la suerte o circunstancias afortunadas de la vida. 

Muchos jóvenes son probados en el trabajo, y son observados por sus jefes, y muchos no llegan a ser ejemplo de lo que Cristo desea de ellos. 

Recuerdo cuando el Señor M. Garcia, me propuso para que fuera a Material Control, él vio algo que yo no veía. Pasaron tres años cuando me notificaron mi ascenso, y me pusieron a cargo de dos edificios con material muy sensible. 

Se que había personas más cualificadas que yo, para esa responsabilidad. Y con el tiempo supe que me estaban observando todo lo que hacía y que era discreto tanto en el trabajo como fuera de el. 

Mi Dios al cual sirvo, hizo posible que mi ejemplo fuese un testimonio tanto para civiles como para el ejercito. 

Muchos jóvenes que hoy dan testimonio de un Dios grande, ocupan cargos de responsabilidad 
en empresas, sean pequeñas o grandes, pero una cosa se, que somos espectáculo al mundo y, que tendremos que dar cuenta a Dios de nuestros actos. 

José fue fiel a Dios en su conciencia, y demostró, que el Dios al cual servía era digno de ser honrado. Sólo tengo que añadir una cosa más, la fidelidad a Dios es la base de las prosperidad del buen hijo de Dios. Apc. 2:10 

 MARANATA.

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