En la historia del hombre hay
grandes relatos y experiencia de abogados que mas tarde fueron
jueces.
Una de esas experiencia la cuenta Billy Graham. Era un joven abogado y en cierto momento de su carrera, tuvo que defender a un joven por asesinato.
Una de esas experiencia la cuenta Billy Graham. Era un joven abogado y en cierto momento de su carrera, tuvo que defender a un joven por asesinato.
El abogado explotó la simpatía y las emociones del jurado refiriéndose frecuentemente a esos padres temerosos de Dios.
“A su debido tiempo el jurado se retiro a liberar. Regreso el
jurado con el veredicto: 'Declararon inocente al acusado'.
El abogado le aconsejó que se apartara de los malos caminos y que confiara en el poder de Dios a fin de permanecer en la integridad.
El abogado le aconsejó que se apartara de los malos caminos y que confiara en el poder de Dios a fin de permanecer en la integridad.
Pararon años.
Aquel hombre se tuvo que presentar nuevamente al tribunal. La
acusación era de asesinato. El abogado que lo defendió ahora era el
juez.
Al concluir el juicio, el veredicto del jurado fue: 'culpable'.
El juez ordeno ordeno al acusado que se pusiese de pie: “En su primer juicio yo fui su abogado.
El juez ordeno ordeno al acusado que se pusiese de pie: “En su primer juicio yo fui su abogado.
Hoy soy su juez. El joven murió en
la orca. El Padre celestial ha entregado el juicio al Hijo por el
exitoso cumplimiento de la obra de la redención.
Cristo vino a la tierra para salvar al hombre impío y redimir a los que le son fieles.
Cristo vino a la tierra para salvar al hombre impío y redimir a los que le son fieles.
Cristo sufrió la cruel tortura que jamas hombre sufrió.
Conoce las debilidades del ser humano, paso por todo ello. Cristo no
rechaza a nadie, porque todos somos hijos de Dios.
Pero no tendrá al
culpable por inocente, el juicio será justo, Cristo es nuestro
abogado en el lugar Santísimo, intercede por el hombre para que el
veredicto sea inocente.
Cuando Cristo deje de interceder por el
hombre, se bis tira con las ropas de juez supremo para dictar la
sentencia contra el hombre.
“El que es injusto, sea injusto
todavía; y el que es sucio, ensúciese todavía; y el que es justo,
sea justo todavía; y el que es santo, santifíquese todavía Apc.
22:11.
El fin del tiempo de gracia vendrá repentina e
inesperadamente, cuando menos se lo espere; pero podemos hoy tener un
registro limpio, y saber que Dios nos acepta, si somos fieles a las
leyes establecidas por Dios.
El juez supremo dictara la sentencia y
todo será consumado en el fuego. No abra tiempo de gracia para nadie.
Ahora es el tiempo de gracia, antes de que el ángel, el ángel de
misericordia, pliegue sus alas de oro y descienda del trono, y la
misericordia, la misericordia desaparezca para siempre (MS. 49).
Las
escrituras declara firmemente que Cristo será nuestro juez. Ese día,
Aquel que ha dado tanto para redimir a la humanidad, será nuestro
juez.
MARANATA.
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