lunes, 20 de enero de 2020

LA MUJER QUE LLORA POR SU SEÑOR.


Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo lo llevaré. Juan 20:15.
Unas de las historias más hermosas del N.T.se encuentra en Juan. Maria Magdalena amaba mucho a Jesus porque él le había perdonado mucho. 

Este mismo hecho de amor de Dios se nos presenta en el Exodo. Dios tuvo amor y paciencia con su pueblo. Y se vamos más lejos, Cristo y él Padre demostraron su amor en la cruz. 

Tal amor no podemos comprender, el ser humano esta limitado a tal compresión de ese amor. Es el estudio de la redención por toda la eternidad. 

Maria no tenía elevados antecedentes de su religiosidad; pero era una mujer que tenía hambre de conocimiento y de llevar una vida mejor. 

Y debido a eso pudo hallar al Hijo del Hombre y encontrar en él la respuesta a su profunda necesidad. 

Ya que el mundo en que vivía la había despreciado, no le fue difícil arrodillase humildemente ante Jesús y reconocerlo como la única esperanza para su vida arruinada. 

Hacía mucho que había perdido todo su orgullo y estaba y estaba deseosa de depender únicamente de él. Hoy en nuestro siglo de comodidades, de amor por el dinero, amor por los placeres de esta vida. 

Hay hombres y mujeres que tienen hambre de la palabra de Dios. Y que cómo Maria están deseosos de entregarse a Jesús. Cristo fue el vinculo de que Maria demostrase su amor hacia su Maestro. 

Cristo también es él vinculo para los seres humanos que buscan la esperanza de una vida mejor. Cierto que Maria no abrigaba ninguna esperanza de resurrección. 

Su única preocupación era recuperar el cuerpo de su Señor. Con la idea de sepultarlo en la tumba de su hermano que estaba bacía. 

Se oye la voz melodiosa diciendo: ¡Maria! El tono de voz era muy familiar a Maria. Una gran emoción la embargó cuando comprendió que había resucitado. María Magdalena “estaba llorando junto al sepulcro: bajó a mirar el sepulcro” (Jun. 20:11). 

Nosotros los así llamados cristianos, tenemos que bajar al sepulcro y quebrantar nuestro corazón. Nuestro espíritu se conforta cuando sabemos que Cristo está en la presencia del Padre, para interceder por cada alma arrepentida. 

No importa quién seas o cuál sea tu pasado, si lo aceptas y permaneces fiel a todo lo que conoces acerca de tu Señor, hallarás que te esta esperando con los brazos abiertos. 

Aférrate a todo lo que sabes de Cristo, que el Cristo resucitado te espera para darte la bienvenida. Dale tiempo para que manifieste los gloriosos milagros que pueden operarse en tu vida mediante la muerte de Cristo.
MARANATA.
http://meditacionesmatinales.blogspot.com
http://lecciones-biblicas.blogspot.com
http://judaislacris.blogspot.com
http://historiaybiblia.blogspot.com
http://segunda venida apocalíptica
http://viajes a través del tiempo y del espacio
NOTIFICACION A LOS LECTORES.
Notificación: Estimados lectores de este blog. Oren mi salud y por este proyecto Sal. 62: 7 (a través de https:// se puede ver estos blog)

No hay comentarios:

Publicar un comentario