martes, 30 de septiembre de 2014

YO TAMBIÉN SOY HOMBRE.


Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común. Hech. 10:15.



El Señor le dio a Pedro una clase corta pero contundente acerca de las relaciones interraciales. Lo hizo mediante la visión de un lienzo lleno de animales inmundos. 

La orden de matarlos y comerlo lo dejo muy confundido. La Biblia nos dice que Pedro “estaba perplejo dentro de sí sobre lo que significaría la visión” (vers. 17).

Nótese que que todos los animales limpios y impuros estaban en el mismo nivel. Segundo, Pedro le entro hambre (vers.10), pero este hecho no tenia que ver nada con comida, Pedro tenia hambre del evangelio, es decir, tenia ganas de comunicar lo que había aprendido del Maestro.

En este momento un hombre enviado por Cornelio centurión del ejercito Romano, llamo a la puerta trayéndole una invitación para que fuera con él a Cesarea. El Señor trato los perjuicios de forma muy especial. Tres veces se repitió la visión.

El sueño del Faraón se repitió tres veces (Gén 41:32) Y Jesús le repitió tres veces la orden de alimentar mis “corderos” y mis “ovejas” (Juan 21:15-17) orden que ahora debía de cobrar un significado nuevo y mas amplio.

Pedro como judío ortodoxo, nunca habría ido a casa de Cornelio por sus perjuicios. Sin embargo Pedro tenia sus dudas.
Se nos dice: “Para Pedro esa orden era penosa, y Violenta para sus conciencia como judío.

Pedro meditaba en su dificultad, absorto en sus pensamiento. El Espíritu divino le hablo en lo más intimo de su alma. “Ve con ellos sin vacilar”.

¿Cuantas veces no somos como Pedro? Tenemos perjuicios y somos rebeldes, y decimos cosas que mas tarde nos pasar
factura en nuestra vida.

Pedro aprendió bien la lección. Al día siguiente llegó a casa de Cornelio. La pregunta que pasarían por su mente era: ¿Como reaccionaría Cornelio? ¿Que respondería? ¿Que pensaría los vecinos? ¿Habría alguien que lo reconocería, y se enteraría sus amigos o el sanedrín? Estas y muchas preguntas pasaban por su mente.

Pero la orden era “ves y habla” Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre. ¡Que victoria! Pedro descendiente de Abraham, sabía que no podía juntarse con un gentil, había llegado a comprender una valiosa verdad.

En ese momento los antecedentes raciales de Pedro perdieron su significado. Lo mismo ocurrió con su educación y el ambiente en que lo rodeaba. 
 Había llegado a comprender que a la vista de Dios Cornelio era un hombre tan importante como él.

En el cielo no existe los perjuicios, ni las enemistades, etc. Quiera que él Espíritu Santo nos ayude a desterrar todo perjuicio, y a obtener la victoria sobre toda actitud y sentimiento que no esté de acuerdo con la voluntad de Dios.
Maranata.
http:// lecciones-biblicas.blogspot.com
La Biblia a través del tiempo
http://segunda venida apocalíptica

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