Y tal confianza
tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos complacientes
por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino
que nuestra competencia proviene de Dios 2º Cor. 3:4, 5.
En la época de
Pablo los cristianos eran considerados con desdén es decir,
despreciados por una sociedad llamada civilización moderna, como era
la Romana. Eran propagadores de una doctrina descabellada. Para los
griegos constituía un insulto desde el punto de vista intelectual.
Para los judíos era una herejía del judaísmo.
Lo único que
mantuvo en marcha a la iglesia cristiana primitiva fue su total
confianza en Cristo y su fe inquebrantable. Por eso los discípulos
nunca estaban desanimados, no importa cual fuera la dificultades.
Era imposible intimarlos, ni aun con las misma muerte.
Juan que fue el
último en morir en paz, supo de la muerte de sus hermanos en Cristo,
algunos fueron decapitados, crucificado, otro fue metido en un
caldero de aceite hirviendo etc. Simple mente creyeron en la palabra
de Dios al píe de la letra, sabiendo que él es el omnipotente.
En los comienzos de
la Reforma, un sacerdote detuvo a Martín Lutero y le dijo: ¿No
sabes que el Papa puede borrarte de la faz de la tierra con solo
mover su dedo meñique? Cuando envíe a sus príncipes contra ti, ¿a
dónde iras?
Su respuesta
demuestra por qué se “le conoce el roble de Sajonia”: -Entonces
estaré donde he estado siempre -le dijo-; En manos del Todopoderoso.
¿Que se puede hacer
contra un hombre así? Absolutamente nada. Lutero sentía que toda
competencia que tuviera provenía de Dios, no de si mismo. Por lo
tanto, cualquier ataque que se le hiciera iba dirigido contra Dios,
en cuyas manos vivía.
Hoy necesitamos una
fe como ésta para que nos sostenga hasta el fin. Algunos de
nosotros seremos perseguidos y otros perderán la vida , pero Dios
aun reina y el conoce a los suyos. Recuerda que no estas aquí para
seguir tu propio camino. Los que hacen tal cosa, están destinados a
la muerte eterna.
Estamos aquí no
para seguir nuestro propio camino. Estamos aquí a fin de creer en
Dios y en su poder, y para enfrentar las tinieblas y ayudar a que
penetre en la luz. Estamos aquí a fin de expresar palabras de
aliento y bondad que ejerzan una positiva influencia en este mundo.
Demos el ejemplo de
que Cristo esta en nosotros no solamente de palabra sino de hechos.
Para que nuestra bondad ejerza una positiva influencia en este mundo,
y el mundo que nos rodea. Da el ejemplo que dan los que
verdaderamente confían hoy en el poder de Dios. “Nuestra fuerza
proviene de Dios”.
Promesa.
“En el servicio de
Dios hay gozo y satisfacción; Dios no abandona al cristiano en
caminos inciertos; no lo abandona a pesar de vanos contratiempos”
(CC 124).
Maranata.
http://
lecciones-biblicas.blogspot.com
La Biblia a través
del tiempo
http://segunda
venida apocalíptica
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