Dijo la mujer: Sé
que ha de venir el Mesías, llamado el Cristo; cuando él venga nos
declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla
contigo. Juan 4:25 26.
El viaje de Jesús a
Samaria fue su primer intento para hacer comprender a sus discípulos
la necesidad de eliminar todo perjuicio. Fue, además el primer
esfuerzo para ayudar a este grupo minoritario, los samaritanos, a
extirpar el perjuicio el perjuicio de sus corazones.
Es una hermosa
historia llena de significado: un grupo representativo de la minoría
y otros grupos representativos de la mayoría se reunieron por
primera vez gracias al Hijo de Dios.
Observa que el
principal objetivo del contacto de Jesús con la mujer, fue quitar
los prejuicios ya existentes. El segundo paso fue dar el agua de la
vida, esta mujer que según la sociedad era una mujer que no tenia
derecho a la salvación.
Al ofrecer el agua
de la vida Cristo quería llegar más lejos aun, quería llegar a
través de ella a su familia y amigos, para ofrecerles el agua de
vida.
Cristo dejo bien claro que el Evangelio esta por sobre todas las cosas, y que a su avance debe estar en primer lugar en nuestras vidas.
Cristo dejo bien claro que el Evangelio esta por sobre todas las cosas, y que a su avance debe estar en primer lugar en nuestras vidas.
La actitud de Cristo
con la samaritana nos enseña al cristiano que no debemos permitir
que el perjuicio limite el progreso del Evangelio. Pero por
desgracia hay personas que tiene muchos perjuicios.
Cualquier cosa
que logre frenar el progreso del Evangelio será falta, no solamente
para la obra, sino que dejaríamos a Cristo en mal lugar.
Y por ende estará
en contra de Cristo, haciendo demorar la obra que Cristo que nos
recomendó, tan bien retrasaremos su venida.
En su conversación
con la mujer samaritana junto al pozo Jesús hizo lo máximo para
eliminar sus perjuicios contra los judíos. No le dio una
conferencia acerca como cambiar su actitud, sino que se presentó
como la única alternativa para solucionar el problema.
“Yo soy, el que
habla contigo” declaró. Si tu me aceptas, conocerás la verdad y
estarás libre de perjuicios”. Esto era lo que le estaba diciendo.
Cristo evito la frase “Judíos” y “samaritanos”.
Lo que deseaba era
que comprendiera que el tiempo había llegado cuando los verdaderos
adoradores adorarían al Padre en espíritu y en verdad. La pregunta
es de revote. En nuestro pueblo hay perjuicios y en abundancia, el
orgullo, y la preponderancia existe en su pueblo. “Poe desgracia”
Fue un milagro que
esta mujer llena de perjuicios cambiara tan rápidamente. ¡Ojalá
nos pasara a nosotros! Pero esto le puede suceder a cualquiera que
permita que Dios obre en su corazón.
Lo cierto es que el
evangelio había hecho su obra. El amor de Jesús y sus tiernas
palabras transformaron para siempre a la samaritana. “Para la
mujer el judío había pasado a ser un hombre. 'Como tú, siendo
judío', fue cambiado por 'Venid, ved a un obre'”. Había pasado
de la intransigencia racial al amor cristiano. Ningún cristiano
genuino podría conformarse con menos.
Maranata.
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lecciones-biblicas.blogspot.com
La
Biblia a través del tiempo
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venida apocalíptica
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