Este hecho ocurrió al día siguiente cuando todos vieron la higuera.
Me pregunto que cara de sorpresa debían tener los apóstoles cuando vieron la higuera, y cuando Jesús les dijo que tenían que tener fe.
La lección a los discípulos tenía que haber sido fundamentalmente fuerte, ante la naturaleza milagrosa de esta parábola hecha realidad.
No olvidemos que la higuera representaba a la nación judía y mas concretamente a los dirigentes. Los apóstoles no percibían la importancia de este acontecimiento de la higuera.
La atención de ellos se centraba en el milagro, no podían ver más aya del evento.Pero no podían discernir el significado del evento.
Hoy pasa lo mismo a muchos que se llaman cristianos, ven los eventos, pero no discierne su significado.
Cristo aprovecho de su interés para destacarlas alturas hasta las cuales puede ascender la verdadera fe del cristiano.
Cristo añadió una admonición respecto a un importante requisito previo para que la oración sea efectiva y contestada. Marcos 11:25; Mat. 17:20.
Los discípulos tenían demasiada fe en si mismos, y muy poca fe en Dios. Por desgracia hoy pasa lo mismo, no demostramos fe en las promesas del Señor, por eso estamos a donde estamos.
Unos de los ejemplos que Cristo pone delante del cristiano es el grano de mostaza.
Es muy pequeño, pero sus raíces se hunde para buscar el agua que le dará la fuerza y la vida. Si la fe es una palabra corta; su contenido es una palabra grande, Jesus dijo: “Al que cree todo es posible” (Mar.9:23).
A través de la Edad Media, el hombre a querido sustituir desesperadamente la fe hacia un Dios de amor, por las tradiciones humanas, y así “obtendrían todas las demás cosas” menos la verdadera fe en Cristo y su salvación gratuita.
Sin ir más lejos, Francia opto el sistema de la razón, es decir: dio el culto que le pertenecía a Dios, se la dio al hombre oh a la razón y la sabiduría del hombre, así sustituyeron a Dios.
Creo que que el cristiano necesita fe en todos los aspectos de la vida. Jesús nos presenta la esencia de la religión “Tened fe en Dios”.
En la Edad Media renació la fe con Lutero, y la fe renació. A través de los siglos únicamente unos pocos hombres han sido hombres de fe. No obstante, han sido los más grades.
La fe concede poder moral y por lo tanto poder victorioso. Cristo nos insta a mirar a lo alto, con fe humilde como la de un niño. “Cuando el Hijo del hombre viniere, ¿hallará fe en la tierra?”
MARANATA.
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