EL TIEMPO.

Recuerdo cuán breve es mi tiempo. . .porque pronto se nos arrebata y volamos. Sal. 89:47; 90:10. 

El salmista pide que, si Dios va a intervenir, lo haga presto, pues se da cuenta de que no vivirá mucho más. 

Seda cuenta de su “angustia” que es un “arduo trabajo” Ve que la prolongación de la vida no garantiza la felicidad. Muchos están en esta situación en este mundo. 

Si en este mundo hubiese un banco donde se vendiese el tiempo, este hombre tendría el negocio más lucrativo del mundo. 

Los hombres enfermos subirían los peldaños hasta llega a la puerta del banco para suplicar: 

“Véndame cinco años de tiempo, porque mi medico me dijo que he ido cinco años tarde a su consulta. 

¡Véndame cinco años, y le pagare lo que me pida! Así podré salvar mi vida.” 

Pueda ser que usted valla a su médico, y le diga: 

“Necesito comprar diez años que me he gastado en divertirme. Ya que en mi juventud fui un derrochador y insensato. Cometí muchos errores y medí a una vida alegre llena de placeres. 

Elegí una profesión equivocada. Desperdicie mis talentos. 

Gaste todos mis ahorros. Ahora estoy demasiado viejo como para comenzar de nuevo una vida. 

¡Véndame un par de años!” En esta historia lo mas lamentable es aquellos que suben la escalera arrastrándose exhibiendo un cinismo y una desesperación de lo que pudieron hacer y no lo hicieron. 

Para algunos es demasiado tarde para descubrir que hay un Dios compasivo. Pensaban y piensan que podía vivir de acuerdo con su intelecto y regir su vida sin ser dirigidos por el cielo. 

Muchos piensa o pensaban que la religión era para seres débiles y torpes. Pero muchos descubren que no es así. 

Y que en el cielo hay un granero de bendiciones para el que cree en Dios. Pero ahora en nuestro tiempo hay muchos que se siente miserables, y tienen una vida distorsionada y llenas de cicatrices. 

¡Véndame tiempo, tiempo, tiempo!” Ah, si hubiese un banco tal, nunca le faltaría trabajo y por sus puertas entrarían los ricos y los pobres, los orgullosos y los humildes. 

Pero el tiempo no se vende al mejor postor. Los años de la vida se debe de meditar cuidadosamente. Uno no puede agregar ni sustraer nada del tiempo. 

El tiempo es oro, tanto para los jóvenes, como para los adultos. 

En el cielo hay un banco inagotable de bendiciones gratuitas. Dios ha dispuesto su gracia para los que se ha cercan a Él. 

Si perteneces a esta generación dirígete a Dios (2º Corintios 6:18), usa el tiempo que te ha dado Dios para glorificar su nombre.

MARANATA.

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NOTIFICACION A LOS LECTORES.

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