domingo, 30 de mayo de 2021

LA ENEMISTAD ENTRE DOS PERSONAS.

A Euodias ruego, y ruego a Sintique, que sea de un mismo sentir en el Señor. Filipenses 4:2.

No sabemos quien era estas personas, Pablo no lo dice. 

Lo que si sabemos que esta palabra se halla dos veces en el texto griego para mostrar que Pablo exhorta a dos miembros de la iglesia. 

Quizás estos dos miembros tenía opiniones diversas. ¿Que iglesia no tiene este problema entre hermanos de la misma fe? 

Pablo tenia el concepto de que los dos eran culpables. Y exhorta a ambos a hacer las paces. 

Este problema lo tenemos hoy en todas las iglesias cristianas. Cabe la posibilidad que sus diferencias fueran teológicas, o bien no se simpatizaban por alguna cosa material. 

Fuese lo que fuese, Pablo les insta a hacer las paces como hijos de Dios. 

La iglesia de Filipo no dio un buen testimonio hacia su vecinos, porque dos de sus miembros estaban en desacuerdo por un motivo. 

Estos nos debe de hacernos de reflexionar, ya que somos espectadores al mundo, y dejaremos una imagen distorsionada del amor de Dios. 

Hoy, por desgracia hay diferencias entre los miembros de la iglesia, creo sinceramente, que cada uno debe procurar la reconciliación sin que ha escondidas tome represalias con algún cargo de iglesia. 

La iglesia dividida constituye una verdadera tragedia. Por desgracia, e vivido en mi propia carne como cristiano, como miembros de mi iglesia se marcharon por una idea teológica. 

Ninguna de las partes buscaron a Dios en oración, para aclarar el mal entendido de un concepto profético. 

Con frecuencia la juventud de una iglesia se desilusiona a causa de las indignas actitudes de los adultos. 

Y otras veces son los adultos que se indigna como van los jóvenes. 

A todos los miembros de la iglesia, de todas las partes del mundo, se le hace la invitación a ser “de un mismo sentir en el Señor” 

Podemos tener puntos de vista diferentes, y tener nuestra propia individualidad y divergencias de opinión, pero no podemos permitirnos ser hostiles unos a otros. 

La unión espiritual con Cristo es el remedio para los males de la iglesia. 

El buey y el caballo se encontraron ante un abrevadero y no pudieron ponerse de acuerdo quien bebería primero. 

La discusión fue tan fuerte que final mente se dieron cuenta que una lucha a muerte seria inútil. 

Vieron revolotear una bandada de buitres esperando su comida. Creo sinceramente que una iglesia dividida, es carne para el buitre (Satanás), una iglesia unida es una victoria para Dios. “Tú eliges”. 

MARANATA.

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