domingo, 23 de mayo de 2021

JUAN NOS EXHORTA.

Y a Aquél que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante
de su gloria con gran alegría. Al único sabio Dios Salvador nuestro, sea gloria y majestad, dominio y potestad, ahora y siempre. Amén, Judas 1:24-25.

La iglesia de Dios en tiempos de Juan había entrados elementos y ideas muy perturbadoras (4, 8, etc.) y que había apartado a muchos de la pureza del evangelio. 

Si leemos la historia de la iglesia primitiva, veremos un cambio cualitativo de sus doctrinas hasta llegar a una distorsión de la verdad. 

Pedro nos habla en sus cartas de hombres que tratarían de engañar a la iglesia. 

Y Judas declara que esos engañadores ya estaban actuando con doctrinas que eran contrarias a la ya establecida por el Señor Jesús. Estos falsos maestros no eran honrados. 

Y sus doctrinas eran subversivas, y la disfrazaban y así penetraba en la iglesia. 

Si su carta fue escrita después de 2º Pedro (pp.719-720), pudo haber tenido en cuenta las palabras del apóstol Pablo y dar una explicación de ella. 

Cierto es que entre el siglo III las iglesias eran grandes y muchas de las verdades se distorsionaron dando cabida a las teorías de una falsa doctrinas. 

Judas deja el tema de los falsos maestros y de sus ideas, y dirige la atención de sus lectores a la inefable gloria del Señor. 

Judas sabe que los tiempos serán difíciles para la iglesia y que se deben de guardar de las vanas doctrinas. 

El que acepta el ampara de Dios puede vivir por encima del pecado y de las falsas doctrinas. El creyente se debe de presentar sin temor delante de Dios, en el día del juicio 1º Juan 2:28). 

Mediante la gracia de Cristo que le da el poder, el cristiano vive creyendo confiadamente que el poder de Dios le guarda de caer en el pecado, y que finalmente podrá presentarse sin mancha y sin que avergonzarse en la presencia divina. 

Creo con sinceridad que el propósito de Judas como en toda la Biblia es hacer que los hombres estén preparados para esa sublime experiencia según (Col. 1:22). 

Nadie puede verdaderamente sobresalir en conocimiento e influencia a menos que esté relacionado con el Dios de la sabiduría y poder. 

Judas sabía esto y quiso transmitirlo a sus oyentes. La mente no es capaz de describir el gozo que llenará el corazón de los hijos de Dios cuando al fin se encuentre delante del trono de Dios.

Al “único Dios” Se le dará la gloria “por medio de Jesucristo nuestro Señor” 

Si Judas esta asombrado por la infinita grandeza y bondad de Dios, que le atribuye toda la “gloria majestad”. 

¡Cuánto más nosotros deberíamos hacer lo mismo! Tenemos el conocimiento que nos asido transmitido por los profetas y apóstoles y la historia misma. 

Sólo podemos tener un conocimiento de Dios a través del estudio, la oración y ka meditación. Amen.

MARANATA.

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