La transición del tema de los espíritus o el descendimiento de ellos a la necesidad del amor quizá parezca abrupta; sin embargo no es así, el apóstol Juan continua ocupándose de las características de los que son (“hijos de Dios”).
La capacidad de detectar a los falsos cristianos es necesaria para los que son nacidos de Dios.
Así como aceptar o negar la realidad de la encarnación es la prueba clave en lo referente a las creencias (ver. 2-3),
así también la presencia o ausencia del verdadero amor es la prueba de la calidad moral del que dice que es de Dios, pues el Espíritu de Dios y el espíritu de odio no puede existir en el mismo corazón.
Creo que el amor ha sido descripto en diferentes formas por los hombres; pero cuando la lengua calle y la tinta se haya acabado, todavía el hombre puede describir el amor como la esencia de la vida.
El amor puro es sencillo en la forma en que actúa, y distinto de todo otro principio de acción.
El amor se muestra con tus hechos, y no con tus palabras. Vivimos en un tiempo donde la falta de amor hacía los demás brilla por su ausencia.
Juan se esta refiriendo a los creyentes, el amor debe de existir y no la critica o el engaño. Amemonos los unos a los otros.
El anhelo de amor está generalmente tan disfrazado que los que no comprende la naturaleza humana, probablemente nunca sospechen que exista.
Nos es fácil distinguir a un egoísta, ya que se ama así mismo y no mira a los demás desfavorecidos. Dios tiene más en cuenta con cuánto amor trabajamos que la cantidad de trabajos que hacemos para Él.
El amor natural no puede crear ese amor. ¿Como podemos amar a aquellos que no nos atraen en forma natural?
Los que debemos amar no siempre nos resulta simpáticos, y es fácil que nos apartemos de ellos y le demos nuestro afecto a los que tienen afinidad con nosotros; pero Dios y Cristo nos han dejado ejemplos de amor para que veamos el sentido del amor
(Mat. 5:43-45; Juan 3:16; Rom. 5:8); y anhela dar a sus hijos la gracia de amar a todos los hombres, aun aquellos que nos caen antipáticos.
Creo sinceramente que donde hay amor aremos el bien, no importa el color de la raza, ni la ideología que tengamos.
“Sin amor hacía los demás es imposible agradar a Dios”. 37 Los que tienen amor dan frutos para santidad, y al fin tendrán vida eterna.
MARANATA.
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