martes, 11 de agosto de 2020

LA CONDUCTA ESTA EN TUS MANOS.

En el rostro del entendido aparece la sabiduría , Mas los ojos del necio vagan hasta el cabo de la tierra. Prov. 17:24.
Se cuenta la historia de un joven que deseaba tener o poseer una bolsa de oro y tener sabiduría. 

Una noche salió al porque, y mirando al cielo se pregunto: ¿cómo podré tener una bolsa de oro? Se volvió a meter en casa. 

Ala mañana siguiente salió al porche y mirando al cielo se pregunto: ¿cómo podré ser sabio? Cierto día se acerco un anciano a donde el estaba y le dijo: ¿que te ocurre joven y en que piensa tu espíritu turbado? 

El joven le contesto: quiero poseer una bolso de oro y ser un sabio. El anciano le dijo: coge tus cosas y camina por el mundo, pues encontraras la bolsa de oro y adquirirás sabiduría.

Ya que en algún lugar esta lo que desea tu corazón. Al día siguiente el joven cogió su ropa y empezó la búsqueda la sabiduría y la bolsa de oro. 

Pasaron 20 años y seguía buscando la sabiduría y su bolsa de oro. Era un invierno duro, mucho frio, en una esquina de una gran ciudad estaba pidiendo comida. 

Se le acerco una anciana y le ofreció un bocadillo y un libro, la anciana le dijo: Cuando te comas el bocadillo, lee el libro que te e dado; la mujer se alejaba hasta que desapareció. 

El inteligente se concentra en lo que tiene en las manos. Pero este joven se olvido de leer el libro. Pasaron otros 20 años y seguía buscando lo mismo que al principio de su viaje. 

Un buen día soleado lo encontraron muerto, cuando la policía lo registro llevaba con el el libro, era una Biblia con un doble fondo y en ella encontraron una bolsa de oro. 

Murió pobre y falto de sabiduría. Es curioso que hombres sin letras son ricos, juegan para ganar, lo que exigen asumir riesgos y ser capaces de mantenerse tranquilos. 

“Hay una diferencia entre ser pebre y estar en ruina: la quiebra es temporal, la pobreza es eterna”. 

El joven tenia en sus manos la riqueza y la sabiduría, la llevaba constantemente con el, pero no la busco, sólo quería ser pobre de espíritu y pobre fisicamente. 

Esto se puede aplicar en el terreno espiritual. Los hombres buscan a Dios en la filosofía, en la ciencia, y en la Astronomía. 

Se organiza para buscar una teoría que mantenga su ideal. 

Pero el Gran Libro esta delante de ellos y no lo leen. 

Cómo el joven pasa los años y no entienden que Dios esta llamando a su puesta. Dios no esta oculto. 

Esta siempre cerca. Sólo hay que buscarlo y él estará a tu lado. Debemos dejar nuestros prejuicios y buscarle con todo corazón. 

Así podemos terminar nuestra búsqueda y abrir nuestro entendimiento hacia Dios. “En aquel día me buscaréis y me hallaréis . . . Jer, 29:12-13; Sal. 63:1.
MARANATA.
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