viernes, 10 de agosto de 2018

EL VESTIDO LIMPIO

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, Santo y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia. Colo.3:12.
Cuando una persona escoge como vestirse es una declaración de su personalidad. Si vestimos con los últimos modelos de la temporada (moda) bien sea de marca, estamos diciendo como somos realmente y como es nuestra personalidad si tenemos buen gusto o no. 

Demostramos nuestro pequeño orgullo que hay en nuestro interior por vestir bien y elegante. Pero uno puede ir bien vestido sin tener que gastarse en comprar grandes marca. 

En cierta ocasión yo me encontraba cerca de unos de los hoteles mejor de Zaragoza. En aquella época el ir bien vestido a un hotel era signo de estatus, me fije en un hombre que iba con un pantalón y una camisa, el portero le miro de arriba a bajo y vio que los zapatos estaban brillantes pulidos y lo dejo pasar, a pesar que su ropa no era de buena calidad y no iba bien vestido. 

Mas tarde me entere que era un hombre que iba a pedir trabajo en ese hotel. Estamos proyectando una buena imagen de informalidad, o un descuidado abandono de la altas expectativas de la sociedad y de una tendencia a la comodidad personal. 

Una buena imagen es una espada de doble filo. Puede tener dos caras, aparentar lo que eres, o lo que no eres, pero que lo demás piense que tu eres así. Cierto es que los grandes ejecutivos, entre otras cosas, evalúan como vistes usted. 

El libro de Dress for Success [Vistase para el éxito] se venda por millones. Pero el cascaron puede esta muy limpio, pero por dentro estar podrido. El vestido no hace al monje es un dicho castellano. 

Pablo destaca la necesidad de un acto voluntario por el cual el cristiano asume la semejanza de Cristo y de su carácter (ver. 10). Estos son los súbditos del reino de los cielos. Todos los que han aceptado a Cristo. 

Claro esta sin tener en cuenta diferencias raciales, religiosas, raciales y sociales –estos son los elegidos de Dios, son la sal de la tierra, y la luz del mundo. Estos son los santos. Loa que han sido apartados por el Espíritu Santo del mundo y dedicados al servicio de Dios. 

La santidad es la la manifestación de una vida en perfecta concordancia con Dios. 

“Asi como Dios es santo en su esfera, el hombre caído, por medio de la fe en Cristo debe ser santo en la suya (Hap. 446). 

Entonces llevara el vestido blanco inmaculado de Cristo. Sus hechos hablaran de lo que dentro de ese traje inmaculado. “Vestir con estas cualidades de carácter, como cristianos, es más que una declaración que escogemos acerca de nuestros gustos y preferencias. Es una certera declaración al mundo de quién es nuestro Padre.
MARANATA.
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