Hech.19:6.
A lo largo de estos meses hemos
visto como el Espíritu Santo ayudaba a la iglesia en diversas
manifestaciones, y en diversas tareas para la edificación de su
iglesia.
Esta experiencia que compartió Pablo y comprobó en primera
persona y en forma visible el poder del Espíritu Santo con esta
gente de origen étnico.
Así como las lenguas habían sido usadas en
jerusalén en el día de pentecostes, en Samaria y en Cesarea, fue
derramado una vez más en Éfeso como una prueba innegable del
derramamiento del Espíritu Santo.
Nos preguntamos porque el Señor
no derrama su Espíritu Santo sobre su pueblo, en estos tiempos tan
turbulentos. Unas de las razones es que tenemos que morir mas al
mundo, y morir al yo.
Michos cristianos creen que Dios usa hoy la
misma señal inicial, pero el legalismo impide el derramamiento del
Espíritu Santo. “Un extremo frustra al que busca un dolor
injustificado a la espera en Dios.
El Espíritu es obstruido porque
está listo para darnos el precioso don, pero nosotros estamos
demasiado preocupados por las cosas de la vida y así no podemos
recibir el gran don (Mat. 6:33).
Pero Satanás puede falsificar la
venida del Espíritu Santo, en algunas congregaciones se habla de que
el Espíritu Santo fue derramado sobre una persona o sobre barias.
Tan solo porque dicen algunas palabras que no se puede identificar,
eso es una falsificación barata de el don de lenguas. Dios es algo
más sagrado que esas manifestaciones. Pablo amonesta contra este
peligro que es una manifestación Satánica.
Cuando Dios se
manifiesta a través del Espíritu Santo sobre una persona, esta debe
de concordar con la palabra de Dios y el Espíritu de Profecía.
Cierto es que el don de lenguas ha sido usado muchas veces por Dios a
lo largo de la historia de este mundo y mas en la iglesia que guarda
los mandamientos de Jesús y tiene su fe.
El Señor ha hecho del
bautismo una señal de entrada en su reino espiritual.
Él ha hecho
de esto una positiva condición con la cual deben cumplir todos los
que quieren que se reconozca que están bajo la autoridad del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
Él ha hecho
de esto una positiva condición con la cual deben cumplir todos los
que quieren que se reconozca que están bajo la autoridad del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
Él Espíritu Santo trabajara en las
almas sinceras que quieren ser fiel a Dios. 36 Y es en esa condición
que el hombre sera transformado a la semejanza de Dios, y el Espíritu
Santo se manifestara a través de el a otros.
En aquel día de la
lluvia tardía, y la gloria de Jehová alumbrara al mundo a través
de sus hijos, tú y yo estaremos siendo usados por el Espíritu de
Dios, como en los tiempos de Éfeso. “Amen”
MARANATA.
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